Alto cargo religioso del Vaticano presentó su dimisión tras acusación de una exmonja por acoso sexual

Vaticano

Un alto cargo religioso del Vaticano presentó su dimisión, anunció la Santa Sede en un comunicado este martes, después de ser acusado por una exmonja alemana de acoso sexual durante la confesión.

El sacerdote austriaco Hermann Geissler presentó su dimisión como dirigente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), garante del dogma católico y encargado de examinar los casos de abusos sexuales del cléro.

“El padre Geissler tomó esta decisión para limitar los daños ya causados a la Congregación y a su comunidad”, explicó el comunicado de la CDF.

“Afirma que la acusación en su contra es falsa” y “se reserva el derecho a presentar una posible demanda civil”, añadió el texto.

Al término de un proceso canónico ya concluido, Geissler recibió en 2014 un aviso por su acoso a una joven monja, informó el diario francés La Croix. En aquella época reconoció los hechos, según el diario.

Doris Wagner, filósofa y teóloga alemana de 34 años, explicó recientemente en Roma las agresiones sexuales y abusos que sufrió durante sus 8 años de vida religiosa, y difundió el video en las redes sociales.

De entrada, la monja alemana dijo haber sido violada por un cura en 2008, hechos que denunció a un superior en Roma.

Luego fue acosada por otro cura que pidió ser su confesor, el padre Geissler.

“Me tenía horas, arrodillada ante él, me decía que me amaba y que sabía que yo lo amaba también, y que si bien no podíamos casarnos, había otros medios”, explicó.

Un día, “trató de tomarme en sus brazos y besarme. Me asusté y salí corriendo”, narró. Cuando pidió que le cambiaran el confesor, su superiora dijo que estaba al corriente de que a ese cura le gustaban las jóvenes.

En 2012, tras abandonar la vida religiosa, Wagner denunció a ambos sacerdotes ante la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El que la violó, que trabajaba en la secretaría de Estado de la Santa Sede, fue despedido del Vaticano pero siguió siendo cura en una comunidad en la que viven “numerosas monjas jóvenes”, denunció Doris Wagner, reseña Sumarium