El expresidente peruano Alejandro Toledo fue arrestado este martes en Estados Unidos con fines de extradición, acusado en su país de varios cargos en el marco de la investigación sobre los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Toledo, que gobernó Perú entre 2001 y 2006, es acusado por la fiscalía anticorrupción de su país de haber recibido 20 millones de dólares de la constructora brasileña para que le otorgara la licitación de la carretera Interoceánica, que une a Perú con Brasil.
«Esta mañana el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos arrestó a Alejandro Toledo, el expresidente de Perú, en respuesta a una petición de extradición del gobierno peruano», confirmó a la AFP una portavoz del Departamento estadounidense de Justicia después de que la fiscalía peruana informara en Twitter sobre la detención.
El caso está a cargo del juez Thomas S. Hixson de la Corte Federal del Distrito Norte de California en San Francisco, quien ordenó la prisión preventiva de Toledo tras una primera comparecencia en espera de nuevos procedimientos, explicó la vocera.
Toledo, de 73 años y quien reside en California, fue acusado en Perú de los delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de dinero en agravio del Estado, pero ha negado los cargos y se ha declarado inocente.
Desde Lima, su abogado Heriberto Benítez declaró a medios que la captura «no significa que se haya aprobado una extradición». Denunció además una «persecución» contra el expresidente y consideró que hubo «vulneraciones contra el debido proceso».
Pero a través de un tuit, la cancillería peruana calificó la detención como «un importante paso para la extradición y el retorno de Alejandro Toledo a rendir cuentas a la justicia de nuestro país».
«El gobierno peruano tiene contratado un estudio de abogado en Estados Unidos para el proceso de extradición de Toledo», informó el ministro de Justicia, Vicente Zeballos.
«Estamos comprometidos en la lucha frontal contra la corrupción y parte del compromiso fue lo que manifestó el presidente Martín Vizcarra, que antes de culminar su periodo de Gobierno, Alejandro Toledo estaría puesto a consideración de las autoridades judiciales peruanas», agregó.
El legislador Carlos Bruce, ex ministro de Vivienda de Toledo, pidió no politizar el caso. «Los políticos [que] no esgriman razones que no sean otras que las estrictamente judiciales, porque el expresidente va a basar su defensa en que hay una persecución política».
– «Entre seis a ocho meses»-
El experto penalista César Nakazaki señaló que el proceso de extradición contra Toledo «puede tardar entre seis a ocho meses, y que para el Perú será una dura batalla legal».
En marzo del 2019, el empresario peruano-israelí Josef Maiman, amigo personal de Toledo, firmó un acuerdo de colaboración eficaz con la fiscalía y confirmó que Odebrecht depositó, no 20 millones, sino 35 millones en sus cuentas como sobornos para el expresidente, según informes de prensa.
Pero según el abogado de Toledo en Perú, Maiman está «declarando bajo coacción».
Toledo es uno de los cuatro expresidentes peruanos salpicados por el escándalo Odebrecht.
El exmandatario Alan García (1985-1990 y 2006-2011) se suicidó en abril momentos antes de ser detenido como presunto beneficiario de coimas en la construcción del metro de Lima. También están bajo investigaciones judiciales que pueden llevarlos a prisión Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).