Milicianos de Hamas lanzaron decenas de misiles contra Israel el lunes, incluyendo una andanada que encendió las sirenas en Jerusalén, luego de que cientos de palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con policías israelíes en una mezquita de la disputada ciudad.
El lanzamiento de los misiles generó una fuerte represalia de Israel en la Franja de Gaza. Autoridades de salud indicaron que al menos 20 personas murieron en los enfrentamientos, entre ellas nueve niños, lo que hace de este día uno de los más sangrientos de los últimos años en la batalla entre los acérrimos enemigos.
Los ataques aumentaron las tensiones en toda la región luego de semanas de enfrentamientos entre la policía de Israel y manifestantes palestinos en Jerusalén. Tales enfrentamientos, en las inmediaciones de un complejo sagrado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, amenazan con detonar un conflicto más extenso.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu acusó a Hamas de cruzar una “línea roja” al atacar Jerusalén con misiles, y prometió una respuesta severa.
“Quienes nos ataquen pagarán un precio muy caro”, sostuvo Netanyahu, y advirtió que los combates podrían “continuar por un tiempo”.
Un funcionario diplomático dijo que Naciones Unidas, Egipto y Qatar, que frecuentemente median entre Israel y Hamas, están tratando de detener el combate. El funcionario habló a condición de mantener el anonimato porque no estaba autorizado para discutir el asunto con los medios.
Las fuerzas israelíes indicaron que más de 50 misiles fueron disparados hacia Israel durante la tarde, en su mayoría hacia los poblados en el sur de su territorio.
El teniente coronel Jonathan Conricus, un vocero militar, dijo que seis misiles fueron disparados hacia Jerusalén, a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de Gaza, en lo que se presume es el primer ataque de su tipo contra la ciudad desde una guerra de 2014.
Poco después de que las sirenas empezaron a sonar, se escucharon explosiones en Jerusalén. Un misil cayó en el extremo oeste de la ciudad, causando daños leves a una casa y un incendio de maleza. El ejército de Israel añadió que un misil fue interceptado y los otros cayeron en áreas deshabitadas.
Israel respondió con bombardeos en objetivos de Hamas por todo Gaza. Las fuerzas militares israelíes señalaron que baterías lanzamisiles y ocho militantes habían sido alcanzados por el ataque.
En Gaza, funcionarios de salud reportaron un total de 20 muertos, nueve de ellos menores de edad.
No ofrecieron un desglose, pero al menos siete integrantes de una familia, entre ellos tres niños, murieron en una explosión en el poblado de Beit Hanoun, en el norte. De momento no queda claro si la explosión fue causada por un ataque aéreo o por un misil errante.
Ashraf al-Masri, un miembro de la familia, dijo que se registró una explosión afuera de la casa.
“No sabemos de dónde vino”, lamentó. “Estamos tratando de enterrar a los niños, pero la situación es difícil en Beit Hanoun y tenemos miedo de salir de nuestras casas”.
El Ejército de Israel indicó que un civil israelí en el sur del país sufrió lesiones menores cuando un vehículo fue alcanzado por un misil antitanque proveniente de Gaza.
Abu Obeida, portavoz del brazo militar de Hamas, dijo que el ataque a Jerusalén fue una respuesta a los “crímenes y agresiones” israelíes en la ciudad. “Este es un mensaje que el enemigo tiene que entender bien”, advirtió.
Dijo que habrá más ataques si las fuerzas israelíes vuelven a ingresar al complejo sagrado de la mezquita de Al-Aqsa o llevan a cabo los desahucios de familias palestinas en el vecindario Jeque Jarrah en Jerusalén Oriental.
Horas antes, policías israelíes emplearon gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma contra algunos palestinos que arrojaban piedras dentro del complejo, el tercer sitio más sagrado del islam y el más sagrado del judaísmo. En el pasado, las tensiones en el lugar ya han derivado en brotes prolongados de violencia, incluyendo la última intifada (alzamiento) palestina.
Más de una decena de latas de gas y granadas aturdidoras cayeron en la mezquita durante el enfrentamiento entre policías y manifestantes dentro del complejo amurallado que lo rodea, señaló un fotógrafo de The Associated Press en el lugar. Una columna de humo se elevaba frente a la mezquita y el santuario de domo dorado, y podían verse piedras desperdigadas en la plaza cercana. Dentro de un área del complejo había zapatos y escombros encima de alfombras ornamentadas.
Más de 300 palestinos resultaron heridos, incluyendo 228 que acudieron a hospitales y clínicas para recibir tratamiento, según la Media Luna Roja palestina. La policía informó que 21 agentes sufrieron lesiones, de los cuales tres fueron hospitalizados. Paramédicos de Israel dijeron que siete civiles israelíes también estaban heridos.
Aparentemente en un intento por evitar más confrontaciones, las autoridades israelíes modificaron la ruta que se tenía planeada para un desfile de judíos ultranacionalistas a través del Barrio Musulmán de la Ciudad Vieja para conmemorar el Día de Jerusalén, en el que se celebra la captura de Jerusalén Oriental por parte de Israel.
En Washington, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, condenó “de la manera más enérgica” el ataque contra Israel e hizo un llamado a ambas partes a calmar la situación.
“En términos generales, estamos preocupados profundamente por la situación en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, incluyendo las confrontaciones violentas en Jerusalén”, declaró.