Los dos sobrinos de la Primera Dama de Venezuela, acusados de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos, fueron víctimas de una trampa y son “demasiado estúpidos” para realizar tal operación, dijeron el lunes sus abogados al iniciarse su juicio en Nueva York.
Al presentar sus argumentos frente a los 16 jurados en una corte federal del sur de Manhattan, el fiscal Emil Bové argumentó no obstante que ambos jóvenes son culpables y se creían hiperpoderosos por ser cercanos al presidente Nicolás Maduro.
“Son los sobrinos de la primera dama venezolana. Creían que eran tan poderosos que podían trasladar casi una tonelada de cocaína de un aeropuerto a otro sin ser detenidos (…) Fueron agarrados con las manos en la masa”, dijo Bové.
Los abogados de los acusados Efraín Antonio Campo Flores, de 30 años, y Franqui Francisco Flores de Freitas, de 31, detenidos hace casi un año en Haití por agentes de la DEA, la agencia antinarcóticos de Estados Unidos, y trasladados a Nueva York, dijeron que sus clientes son víctimas de una “trampa” tramada por el gobierno.
Los jóvenes sí conversaron con supuestos narcos que eran informantes de la DEA, pensando que podrían ganar hasta 20 millones de dólares a cambio de hacer nada, de tan “estúpidos”, “novatos” e “inexperientes” que son, dijeron sus abogados John Zach y Michael Mann, al comenzar el juicio que durará unos 10 días.
“No es un secreto que el gobierno de Venezuela está enfrentado a Estados Unidos. Efraín no es el barón de la droga que el gobierno nos quiere hacer creer (…) No tiene una posición en el gobierno venezolano. No vive en la Casa Blanca venezolana”, dijo Zach, su abogado.
“Hubo un puñado de decisiones estúpidas, estúpidas de mi cliente y su primo que no equivalen a una conspiración criminal (…) Efraín y Franqui eran demasiado estúpidos y demasiado inexperientes” para darse cuenta de que esto era una trampa. “Nunca hubieran podido producir 800 kg de cocaína”, añadió.
El abogado de Flores de Freitas, Michael Mann, atacó duramente la credibilidad de los informantes de la DEA que pretendieron pertenecer al cartel mexicano de Sinaloa frente a los venezolanos, y dijo que son unos “grandes mentirosos” que fueron declarados culpables de narcotráfico en el verano boreal pasado, tras el arresto de los sobrinos de la primera dama Cilia Flores.
Los acusados, por primera vez vistiendo trajes civiles, permanecieron en silencio mientras escuchaban la traducción simultánea del inglés al español. La máxima pena por sus delitos es la cadena perpetua.
por AFP en noticiasaldiayalahora.co