El más evidente de los problemas de Clinton es la decisión del FBI de realizar nuevas pesquisas en la investigación sobre un servidor de correo electrónico que ella usó mientras fue secretaria de Estado
BBC Mundo
Hasta hace una semana, Hillary Clinton parecía avanzar con paso firme hacia un triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo martes.
Ahora varios nubarrones asoman sobre la campaña de la candidata demócrata que, si bien sigue siendo favorita en las encuestas, parece estar perdiendoimpulso a menos de una semana de la votación.
El sondeo de encuestas de la BBC muestra que a nivel nacional la ventaja de Clinton sobre su rival, Donald Trump, se redujo a apenas tres puntos este miércoles: 48% contra 45%.
El más evidente de los problemas de Clinton es la decisión del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de realizar nuevas pesquisas en la investigación sobre un servidor de correo electrónico que ella usó mientras fue secretaria de Estado.
El asunto generó una polémica inesperada, en la que el propio presidente Barack Obama se involucró este miércoles al criticar con dureza al FBI por su modo de operar.
Sin embargo, las encuestas señalaban desde antes de esa controversia que Trump acortaba distancias con Clinton, pese a las acusaciones de atropellos sexuales que surgieron contra el republicano y le hicieron perder pie el mes pasado.
De hecho, Clinton enfrenta al menos tres grandes dificultades para asegurar su victoria y pasar a la historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
Las investigaciones del FBI
Es evidente que el eje de la campaña electoral se movió en la recta final de la disputa, con el anuncio de nuevas pesquisas relacionadas con la investigación del FBI sobre el sistema de email que utilizó Clinton siendo secretaria de Estado durante el gobierno de Obama (2009-2013).
El caso surgió el año pasado, planteando dudas sobre si Clinton, al usar un servidor privado en vez del oficial, violó alguna ley o puso en riesgo la seguridad nacional.
En julio las autoridades cerraron el caso sin presentar cargos.
Pero el director del FBI, James Comey, envió el viernes una carta al Congreso indicando que habían hallado emails en un computador de una asistente de Clinton que parecían pertinentes a la investigación.
Y advirtió que iban a averiguar si los mensajes contienen información clasificada, sin dar demasiados detalles.
Una pregunta clave es si divulgarán más información sobre este caso antes del día de votación.
Trump utilizó este giro para atacar la honestidad de Clinton, quien a su vez intenta volver a poner la atención sobre el comportamiento de su rival con las mujeres.
Este miércoles, Obama reprendió públicamente al FBI por su carta al Congreso.
«Cuando hay investigaciones, no actuamos en base a insinuaciones y no actuamos en base a información incompleta y no actuamos en base a filtraciones», dijo el presidente en declaraciones a NowThis News.
«Actuamos en base a decisiones concretas», agregó.
Esto supone un respaldo importante de Obama a Clinton, aunque también podría ser visto por parte del electorado como una presión indebida del presidente sobre los investigadores.
Impopularidad y desconfianza
Otro desafío que enfrenta Clinton es su baja popularidad.
Varias encuestas encontraron el mes pasado más opiniones desfavorables que favorables sobre Clinton, con diferencias que van desde un punto hasta más de 20.
«Definitivamente su impopularidad es un problema», sostiene Parker.
Se trata de un hándicap nada común para un candidato de EE.UU., pero es algo que por cierto también padece Trump, incluso en mayor medida.
Sin embargo, la última encuesta de ABC News/Washington Post indicó esta semana que Trump sacó ocho puntos de ventaja a Clinton al medir entre posibles votantes qué candidato es más honesto y confiable, algo en lo que empataban en septiembre.
Esto podría estar vinculado a la polémica sobre los correos electrónicos de Clinton.
Pero existen otras explicaciones para los problemas de impopularidad y desconfianza de la demócrata, incluido el hecho de que lleva una carrera política de décadas con varias polémicas sobre ella y su marido, el expresidente Bill Clinton.
Obama también ha buscado contrarrestar esas suspicacias sobre Clinton.
«Confío en ella», dijo en su entrevista con NowThis News. «La conozco y no la estaría apoyando si no tuviera absoluta confianza en su integridad».
Un día antes, el presidente sugirió que puede haber sexismo contra la candidata por ser mujer.
«Hillary Clinton es consistentemente tratada diferente que cualquier otro candidato», dijo en un acto en Ohio. «Hay una razón por la cual no hemos tenido una mujer presidenta».
Falta de entusiasmo de los votantes
Las dificultades para Clinton se completan con cierta frialdad en torno a su campaña, incluso de quienes están dispuestos a votar por ella.
La encuesta de ABC News/Washington Post mostró una caída de siete puntos entre los partidarios de Clinton que se definen «muy entusiasmados»: pasaron de 52% a 45% en menos de 10 días.
En el mismo lapso, en el campo de Trump el fuerte entusiasmo de sus posibles votantes creció de 49% a 53%.
Asimismo, la afluencia de personas concurriendo a votar anticipadamente en varios estados muestra que los afroestadounidenses están participando menos que en 2012.
«Hay razones para pensar por qué más afroestadounidenses votaban temprano cuando Obama era el candidato», dice Bruce Oppenheimer, profesor de ciencia política en la Universidad de Vanderbilt, a BBC Mundo.
Esto podría encender otra señal de alerta para Clinton, ya que se trata de un sector del electorado que suele votar mayoritariamente por los demócratas.
De todos modos, Clinton podría beneficiarse de una mayor concurrencia de votantes latinos y Oppenheimer advirtió que en algunos estados ganará de forma arrolladora.
Pero sostuvo que una menor votación de afroestadounidenses puede plantear «potencialmente» un inconveniente para la candidata en estados más disputados.