El ministerio de Salud libanés informó el sábado que 25 personas murieron y 127 resultaron heridas el viernes en ataques israelíes contra Líbano. Hamás, por su parte, anunció que un ataque israelí al norte del Líbano mató a uno de sus comandantes locales y a su familia, lo que demuestra que Israel está en capacidad de atacar cualquier lugar de ese país, esto mientras que Hezbolá perdió contacto con Hasem Safieddine, el alto mando que sonaba como remplazo de Hassan Nasrallah, aumentando la incertidumbre sobre el liderazgo del grupo chiita. Por su parte, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó que cuatro centros hospitalarios en el sur del Líbano han quedado completamente fuera de servicio y el hospital Meiss al Jabal denunció haber sido blanco de ataques con fósforo blanco.
Por primera vez, desde que empezó la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza, desde el 7 de octubre de 2023, el norte del Líbano es blanco en el conflicto con Israel.
Hamás confirmó este sábado la muerte de uno de sus comandantes, Saeed Attallah Ali, en un campamento de refugiados en Trípoli, al norte del Líbano. El bombardeo también causó la muerte de su esposa y sus dos hijas, según informes de la organización.
Este campo de refugiados palestinos es uno de los 12 establecidos durante la Nakba, el éxodo palestino entre junio de 1946 y mayo de 1948, a consecuencia de la la guerra árabe- israelí, hoy gobernado por facciones palestinas dado un acuerdo no oficial con Ejército libanés, que se mantiene al margen de su seguridad.
Según el Ministerio de Sanidad del Líbano 25 personas murieron y 127 resultaron heridas el viernes en ataques israelíes contra Líbano. La misma fuente informó que 2.023 personas han muerto en el país esta última semana producto de la ofensiva de Israel.
Hezbolá perdió comunicación con Hasem Safieddine
Aumenta la incertidumbre sobre el futuro del liderazgo de Hezbolá ya que se ha «perdido» el contacto con Hasem Safieddine, jefe del consejo ejecutivo del grupo chiita y considerado por muchos el principal candidato a suceder a Hassan Nasrallah, según una fuente de ese grupo.
«El contacto con Hasem Safieddine se ha perdido desde los violentos ataques contra los suburbios del sur de Beirut» a primera hora del viernes, declaró a la AFP una fuente de alto nivel, que pidió el anonimato para hablar de asuntos sensibles y añadió: «No sabemos si estaba en el lugar atacado ni quién puede haber estado allí con él».
Una segunda fuente, próxima a Hezbolá, confirmó también que se había cortado la comunicación con Safieddine y que se desconocía su paradero.
Esto, desde el jueves, cuando Israel lanzó un ataque a búnker en el suburbio de Dahiyeh, al sur de Beirut, donde el Ejército israelí cree que estaba Safieddine. Los rescatistas no han podido acceder al área bombardeada ya que la ofensiva israelí se mantiene.
Hezbolá «está intentando llegar a los cuarteles generales subterráneos que fueron blanco de los ataques, pero cada vez que Israel comienza a atacar de nuevo para impedir los esfuerzos de rescate», aseguró la misma fuente.
Varios hospitales evacuados o fuera de servicio al sur del Líbano
En la noche del viernes al sábado Israel bombardeó una mezquita en la ciudad fronteriza de Bint Jbeil. Asegura que en su interior se escondía un centro de mando del grupo chiita.
Según un comunicado de las Fuerzas Armadas israelíes, que aseguraron haber notificado previamente a civiles, «el centro de mando era utilizado por los terroristas de Hezbolá para planear y ejecutar atentados contra las tropas del Ejército y el Estado de Israel».
La intensidad de los bombardeos en el sur del Líbano ha llevado a la evacuación de los suburbios del sur de Beirut y al menos cinco hospitales. De hecho, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó que cuatro centros hospitalarios en la zona han quedado completamente fuera de servicio.
El hospital Meiss al Jabal denunció el sábado haber sido blanco de ataques con fósforo blanco, mientras que el ministerio de Salud libanés dijo que 102 trabajadores sanitarios han muerto a causa de bombardeos israelíes.
Por su parte Israel asegura que evita dañar infraestructuras civiles y acusa a Hezbolá de utilizar de manera «cínica» dichas instalaciones para sus operaciones militares.
El grupo chiita, que también es un partido político, participa en la gestión de algunos hospitales a lo largo de Líbano. AFP