La violencia policial cometida por dos oficiales el pasado martes 27 de junio por la mañana, cuando un patrullero de 38 años disparó contra Nahel, un adolescente de 17 años que quiso fugarse de un retén, despertó la indignación de la población francesa. Por segunda jornada consecutiva, manifestantes salieron a la calle y generaron disturbios que terminaron con más de un centenar de detenciones.
La noche del miércoles 28 de junio volvió a ser tensa en Francia, después de que manifestaciones que terminaron con eventos violentos tuvieran lugar en distintos puntos del país. Esto en el contexto del rechazo social que generó el asesinato policial contra un joven de 17 años durante un control el pasado martes por la mañana.
Producto de los enfrentamientos, al menos 150 personas fueron arrestadas, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
A diferencia del miércoles, cuando las protestas sucedieron solo en los suburbios de París, ahora pasó también en ciudades como Lyon, Dijon y Toulouse.
El asesinato de Nahel a manos de un uniformado que gatilló su arma cuando quiso evitar un control policial, refrescó el debate sobre las concesiones que las fuerzas de seguridad tienen para responder, algo que se potenció con un cambio de ley promulgado en 2017. Solo en 2022, 13 personas fueron asesinadas por negarse a controles de tráfico.
Las manifestaciones, las cuales fueron prevenidas por el Gobierno desplegando 2.000 policías antidisturbios en la capital francesa, iniciaron en la región de Hauts-de-Seine. Luego se replicaron en barrios obreros, donde se registraron tiroteos e incendios de botes de basura.
En otros sectores, como en la región de Essonne, un grupo de personas bajó a los pasajeros de un autobús y le prendió fuego. Algo similar sucedió en Clamart, pero con un tranvía. En Seine-Saint-Denis también hubo incineraciones de coches, de una biblioteca y tiendas, además de saqueos a comercios y el ataque contra estaciones de policía y el ayuntamiento.
En ciudades como Dijon, Lyon y Toulouse, Niza, Roubaix y Amiens, civiles chocaron contra la policía, incendiaron vehículos y fueron reprimidos con proyectiles.
Mientras que en Fresnes, en el segundo complejo penitenciario más grande del país, los protestantes arremetieron contra la seguridad de la entrada con fuegos artificiales, pero fueron despejados.
La madre de la víctima llamó a una marcha el jueves en homenaje a Naël; en tanto que el presidente Emmanuel Macron, quien el miércoles calificó el hecho como “inexplicable e imperdonable”, convocó a conversaciones de crisis para este mediodía.
Les violences contre des commissariats, des écoles, des mairies, contre la République, sont injustifiables.
Merci aux policiers, aux gendarmes, aux sapeurs-pompiers et aux élus mobilisés.
Le recueillement, la Justice et le calme doivent guider les prochaines heures.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) June 29, 2023
El mandatario francés repudió las protestas a través de las redes sociales y defendió a las fuerzas de seguridad. “La violencia contra las comisarías, las escuelas, los ayuntamientos, contra la República, es injustificable. Gracias a los policías, gendarmes, bomberos y funcionarios electos movilizados. La meditación, la justicia y la calma deben guiar las próximas horas”, escribió en Twitter. AFP