El Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela recibió este sábado la certificación oficial del Récord Guinness con la «orquesta más grande del mundo», integrada por más de 12.000 músicos que interpretaron la Marcha Eslava del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky.
Tras recibir el documento oficial que documenta el récord frente a parte de los músicos, el director del Sistema, Eduardo Méndez, afirmó que «es un gran honor» que reciben «los niños y jóvenes de venezuela» en lo que calificó como «una hazaña».
«Hoy Venezuela debe sentirse muy orgullosa por lo que tiene, por esos niños, esos jóvenes, no solo los 12.000 que estuvieron allí, sino por ese millón de niños de que forman parte del sistema», afirmó Méndez.
También recordó que todo comenzó cuando falleció el maestro José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, en 2018.
Días después de su muerte, 10.701 músicos se unieron en Caracas para ofrecer un concierto en su homenaje en el que también sumaron a su miembro un millón.
«Esto es para ti, maestro, fue un homenaje», dijo Méndez acompañado por las dos hermanas de Abreu, que no tomaron la palabra.
Méndez destacó que el récord fue posible gracias al «ahínco, tesón, disciplina y trabajo» de todo el equipo y aseguró que «es una hazaña» de todo el país y no solo del Sistema.
«Podemos hacer muchas cosas buenas y con metodología hecha en Venezuela por venezolanos podemos hacer cosas como esta», concluyó.
Durante el breve acto, precedido por un concierto, el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, aseguró que «la música es la expresión más pura del alma» porque «es capaz de decirlo todo».
El ministro transmitió su felicitación y la del presidente Nicolás Maduro a todos los involucrados.
El Sistema, como se les conoce popularmente, dio un gran concierto el pasado sábado con más de 12.000 músicos en su intento de lograr el Récord Guinness con la «orquesta más grande del mundo».
La Marcha Eslava que interpretaron, con una duración de 12 minutos, estuvo antecedida de las piezas Te Deum del francés Marc-Antoine Charpentier y Chamambo, de Manuel Artés.
En total, interpretaron ocho piezas, las últimas como una forma de rendir honores al maestro Abreu, quien fundó el Sistema en 1975 para permitir a los niños de sectores populares acceder a la enseñanza musical.
El concierto se realizó en el patio de la Academia Militar del Fuerte Tiuna en Caracas.
La interpretación de la Marcha Eslava fue dirigida por Andrés David Ascanio, y durante todo el concierto los músicos se mantuvieron con mascarillas debido a la covid-19.
Para conseguir el Récord Guinness como la «orquesta más grande del mundo», Venezuela debía cumplir con una serie de reglas que demandaban que todos los miembros tenían que ser «músicos expertos» y dirigidos por un director de orquesta «experimentado».
Además, cada participante debía tocar su propio instrumento «durante todo el tiempo», el mismo no podía ser compartido por dos o más músicos y la pieza a interpretar tenía que tener «una duración mínima de 5 minutos». EFE