La cantante de 25 años consigue tres galardones, entre ellos el de mejor vídeo del año por ‘Bad Blood’
El triunfo de Taylor Swift en los Premios Vídeo Musical, más conocidos como los galardones de la MTV, no pilla a nadie por sorpresa. La intérprete no sólo era la favorita de esta edición sino que este es su año. Así que la cantante de 25 años no tuvo problema alguno para conseguir el galardón al vídeo del año, con Bad Blood, además del de mejor vídeo pop con Blank Space y el de mejor vídeo femenino. De esta forma dejó la mayor sorpresa de una velada que tuvo lugar en el escenario del teatro Microsoft de Los Angeles a quien fue su némesis en 2009. Si entonces Kanye West le quitó el micrófono en el escenario de esta misma gala, esta ceremonia le quitó la noticia cuando el rapero y esposo de Kim Kardashian hizo un inesperado anuncio desde el escenario: “He decidido que en 2020 me presentaré como presidente”.
Swift dominó la ceremonia desde su comienzo cuando la cantante hizo una aparición sorpresa en el escenario mientras, como estaba anunciado, Nicki Minaj, interpretaba el primer tema de la noche. La cantante nacida en Trinidad entonó el tema Trini Dem Girls antes de adentrarse en The Night Is Still Young momento en el que Swift la interrumpió en el escenario para cantar con ella unas cuantas notas de Bad Blood. Una forma musical de estas dos intérpretes de hacer las paces aprovechando el escenario que les ofreció estos galardones conocidos por sus sorpresas, buscadas o no. También fue una forma para los premios MTV de ganarse la atención de los seguidores de ambas en las redes sociales donde la pelea entre las dos cantantes fue trending topic cuando Minaj recurrió a su cuenta de twitter para quejarse de la ausencia de Anaconda entre los nominados a mejor vídeo del año, comentarios que Swift, la favorita incluso entonces, se tomó de manera personal.
Además de sellar una nueva amistad Minaj se llevó el pequeño astronauta de la MTV a mejor vídeo de hip hop. En la categoría rock el galardón fue para Fall Out Boy por Uma Thurman. El primer galardón de la ceremonia fue para Mark Ronson con el tema de Bruno Mars Uptown Funk, una victoria como mejor vídeo masculino que también se vio eclipsado por la omnipresencia de Swift ya que la cantante conoció su primera victoria, en la categoría de mejor vídeo pop por Blank Space, cuando todavía estaba en la alfombra que conducía al teatro Microsoft y que en lugar de roja simuló los múltiples colores de la carta de ajuste de un televisor. Además de ser la ganadora la intérprete aprovechó la noche para presentar su nuevo vídeo, Wildest Dreams, que protagoniza junto con Scott Eastwood, hijo y físicamente un clon de la leyenda cinematográfica Clint Eastwood. “Espero que le guste a la gente”, añadió Swift en su habitual tono cándido segura de su nuevo éxito.
El otro nombre de la noche fue el de Kanye West. La estrella llegó como el ganador del premio de honor y se marchó con el sueño de ser el futuro presidente de los Estados Unidos. Swift se encargó de presentar al marido de Kim Kardashian como “amigo” pese a sus anteriores rivalidades. “Conocí a Kanye West por primera vez hace seis años en este escenario –bromeó para el público-. Desde entonces hemos tenido mucho tiempo para hablar de muchas otras cosas”. West recibió el premio Michael Jackson al vídeo de vanguardia, un galardón que se otorga a aquel autor cuya obra ha impactado el medio visual. Las más de 30 candidaturas a los premios MTV de este polémico intérprete le ha valido este lugar de honor junto a anteriores galardonados como Beyoncé o Justin Timberlake. Kanye también se llevó en parte el pequeño hombre en la luna que representa estos premios cuando el galardón al mejor vídeo con mensaje social fue para Big Sean interpretando su versión del tema del rapero y de John Legend titulado One Man Can Change the World.
Como no hay dos sin tres, el tercer nombre de la noche no fue otro que el de su maestro de ceremonias, Miley Cyrus, que desde que pisó la alfombra multicolor junto a su familia, ataviada como una gladiadora plateada con tan solo unos tirantes cubriendo sus pezones, se ganó las miradas de todos. “He hecho literalmente de todo en este escenario y nada ha demostrado que tuviera cualidades como maestro de ceremonia”, bromeó la actriz y cantante haciendo referencia a ese baile de fuerte carga sexual que interpretó en 2013 junto a Robin Thicke y que asoció para siempre su nombre al de estos premios.
Tori Kelly, Demi Lovato & Iggy Azalea, Macklemore y Ryan Lewis con Kool Moe Dee, y The Weeknd fueron otros de los intérpretes que pasaron por un escenario situado en el corazón de Los Angeles. Pero nadie como Justin Biber en una vuelta que saltó las lágrimas hasta al mismo cantante. En una impresionante coreografía que incluyó su “vuelo” por encima del público el cantante y bailarín interpretó los temas Where Are U Now? y What Do You Mean? en un montaje visual que, como había prometido antes de la ceremonia, anunció el regreso en plena forma de un intérprete más conocido en los últimos meses por sus escándalos que por sus éxitos musicales.
Sylvia Ayuso/El País