Sophie Turner que da vida a Sansa Stark en Game of Thrones confesó en una entrevista que las duras críticas que recibió por participar en la producción de HBO terminaron hundiéndola en una gran depresión por la que incluso llegó a pensar en el suicidio.
Turner tenía 15 años cuando llegó al show de HBO en 2011. Al poco tiempo, la actriz británica comenzó a recibir comentarios negativos que afectaron su salud mental.
«Simplemente, empecé a creérmelo. Me decía a mí misma, ‘Sí, tengo granos. Estoy gorda. Soy una mala actriz’. Me lo creía», contó Turner en una entrevista con Dr. Phil. Y agregó: «Le decía al equipo de vestuario que me apretaran el corsé».
A raíz de las críticas que recibía en las redes, comenzó a tener síntomas de depresión. «Sufro depresión desde hace cinco o seis años. El mayor reto para mí es salir de la cama y salir de casa. Aprender a quererse a uno mismo es el mayor desafío», desveló.
Turner lleva combatiendo los problemas mentales desde los 17 años, y aunque asegura que sería incapaz de hacerse daño a sí misma sí es cierto que en algún momento llegó a pensar en quitarse la vida: «Solía pensar mucho en el suicidio. La verdad es que no sé por qué. Quizá solo sea una fascinación extraña que solía tener, pero sí, lo pensaba».
Sobre su relación con Joe Jonas
Actualmente, Sophie mantiene una relación sentimental con el músico Joe Jonas. La pareja se prometió en 2017 y, tal y como confiesa ella misma, su relación la ha ayudado mucho.
«Ahora estoy con alguien que supongo que hace que me dé cuenta de que tengo algunas casualidades positivas. Y cuando alguien dice cada día que te quiere, te hace pensar de verdad a qué se debe y te hace quererte a ti mismo un poco más», dijo la actriz.
En la actualidad, toma medicación para combatir la depresión y se siente «mucho mejor».