Pocas telenovelas han dejado una huella tan profunda en el público y han impulsado tantas carreras como lo hizo en 2003 Pasión de gavilanes, la producción colombiana que convirtió en estrellas a Danna García, Mario Cimarro, Michel Brown y Juan Pablo Shuk, entre otros.
Pocas telenovelas han dejado una huella tan profunda en el público y han impulsado tantas carreras como lo hizo en 2003 Pasión de gavilanes, la producción colombiana que convirtió en estrellas a Danna García, Mario Cimarro, Michel Brown y Juan Pablo Shuk, entre otros.
Muchos pensarían que, después de 17 años, no debería quedar tela por cortar sobre sus actores, anécdotas de detrás de las cámaras y complicaciones inesperadas. Sin embargo, la telenovela aún sigue dando sorpresas:
La más reciente fue la revelación de la actriz Natasha Klauss, quien interpretó a Sarita, una de las hermanas Elizondo, de que tenía una hija de tres años cuando grabó la producción.
«Yo también era una bebé. Era muy chiquita y también tuve matrimonio de chiquita, todo fue como rápido», dijo Klaus en una transmisión de Instagram Live a finales de mayo.
«Yo no la veía, realmente quien la crió los primeros años fue Marcelo (Greco, su pareja entonces). Yo con ella pasaba muy pocas horas del día, no compartía con ella y eso es fortísimo porque eso te genera un montón de culpas”, reconoció tras explicar que el papá biológico de su hija Isabel, que hoy tiene 19 años, no estaba con ella.
Klauss ya había provocado muchos levantamientos de cejas cuando reveló que Greco era su pariente al decir: «Nosotros somos primos-hermanos, obviamente hay muchas personas que no lo entienden».
La actriz explicó de su relación con su exmarido y padre de su segunda hija Paloma que, como no se crió con él, pues «él vivía en Uruguay» y ella en Colombia, no lo «veía como un primo, no tenía la connotación del primo».
Las mentiras en el set
Los enredos en la vida de Klauss obviamente se quedan en nada en comparación a la historia de las hermanas Elizondo y los hermanos Reyes. En 188 capítulos asentados en una zona ganadera, con ambiente de finca y vida rural, los planes de venganza chocaban y se deshacían con la pasión de las tres parejas de hermanos.
Durante las entrevistas, los actores muchas veces dijeron que eran «una gran familia». Lo típico. Sin embargo, fue García quien reveló que solo desarrolló una relación realmente cercana con Cimarro.
«Mario fue un apoyo muy grande para mí. Como Mario se daba cuenta de muchas cosas que pasaban, me acunó mucho y eso yo se lo debo a Mario porque me quería, yo sé que muchísimo”, expresó la actriz durante una conversación en las redes sociales la semana pasada con sus compañeras de la telenovela Lorena Meritano y Dinora Rosales.
Esta última era también la intérprete de Quién es ese hombre, la canción del melodrama.
Pero esa no fue la mayor mentira. Hace una semanas, se supo que García le tiene «pánico a los caballos», por lo que los productores y directores diseñaron un ingenioso sistema para que pareciera que ella era toda una amazona en las escenas en la finca.
En un video que conmocionó a internet se puede ver a la actriz, quien encarnó a Norma Elizondo, subida en los hombros de un asistente, pretendiendo estar sobre un caballo. ¡Por eso todas las escenas de ella cabalgando eran tomas cerradas!
La telenovela fue tan exitosa que, además de memes, la revelación provocó titulares en la prensa como «la peor mentira de tu vida» y «la noticia que arruinará tu infancia».
El niño que era niña y más revelaciones
Como si esto fuera poco, el público quedó con la boca abierta al enterarse de que el bebé que tuvieron Norma y Juan Reyes, el personaje de Cimarro, no era un niño, sino una niña. Juan David Reyes Elizondo fue interpretado por una pequeñita de nombre María Gabriela García.
Paola Reyes y Juan Pablo Baptista fueron los enamorados Ximena Elizondo y Oscar Reyes, aunque según los actores, más que enamorados fueron congelados. Las escenas románticas entre ellos solían ser al aire libre y «siempre» se estaban «muriendo de frío”, reveló la actriz colombiana.
Tanto, que en más de una escena debieron doblar la voz con una nueva grabación en el estudio. La que más recuerda fue una en una cascada. «Casi nos da neumonía», afirmó.
A lo largo de los años y en múltiples entrevistas, los actores han sido interrogados sobre la posibilidad de una secuela o una segunda temporada. Todos, con excepción de Michel Brown, han respondido positivamente a la idea.
Aunque el único que se ha extendido más allá de un «sería lindo» ha sido el propio Cimarro, quien reconoció que «sería difícil, pero no imposible».
«Habría que ver la historia que nos presenten, si es que se llega a hacer, y ver cuánto tiempo pasó, si pasaron 10 años, 15 año..», contempló.
El actor cubano concluyó con el humor que lo caracteriza: «y ver qué nos pasó a cada cual, entonces dependiendo de lo que nos pasó a cada cual, pues ahí le agarramos, pero yo creo que las características de cada personaje siguen estando igual. Juan va a seguir siendo bruto, porque él no estudió».