El actor estadounidense Jan-Michael Vincent, quien logró fama internacional en los años 80 con la serie de televisión «Lobo del Aire», murió en un hospital de Carolina del Norte tras un paro cardíaco. Tenía 74 años.
El portal TMZ informó que Vincent falleció el 10 de febrero, pero la noticia se dio a conocer recién este viernes gracias a que uno de sus periodistas encontró el certificado de muerte. Este medio especializado agregó que no se le realizó una autopsia al cuerpo y que posteriormente fue cremado.
Nacido en Denver, Vincent inició su carrera en los años 60 y apareció en diversas películas y series de televisión como «Lassie», «Bonanza» y «Gunsmoke». Fue nominado a un Golden Globe en 1971 por el filme «Going Home» y luego en 1984 por la miniserie «Vientos de guerra».
Pero fue su papel como el piloto de helicóptero en «Airwolf» («Lobo del aire» en Latinoamérica) el que lo convirtió en una celebridad. La serie se transmitió desde 1984 a 1986 y le generó ganancias de USD 200.000 por capítulo, lo que lo convirtió en el actor mejor pagado del momento.
Cuando se encontraba en lo más alto de su carrera, Vincent confesó que tenía problemas de adicción al alcohol y a la cocaína; esta declaración ayudó a la cancelación del programa de televisión.
El alcoholismo lo persiguió durante gran parte de su vida, así como los problemas de salud debido a sus adicciones y a tres graves accidentes de auto. En el choque que sufrió en 1996, se rompió tres vértebras en el cuello y sufrió una lesión permanente en las cuerdas vocales que lo dejó con una voz ronca permanente.
En 2012 estuvo al borde de la muerte debido a una infección que requirió la amputación de su pierna derecha.
En una entrevista de 2014 al diario National Enquirer, Vincent dijo que tenía suerte de estar vivo. «Soy un alcohólico. Pero soy yo. Tengo mi personalidad y no me comporto como un alcohólico». Y agregó: «Ahora miro todo esto y creo que no tengo nada de qué enojarme… porque cuando pienso en lo que nuestros militares estadounidenses han pasado… ellos son los verdaderos héroes», reseña Infobae