Murió el reconocido cantante francés Charles Aznavour

Charles-Aznavour

El cantante francés Charles Aznavour, quien alcanzó la fama bajo el ala de Edith Piaf y ganó el corazón de millones de personas durante décadas con sus canciones de amor, murió la madrugada de este lunes a los 94 años en su casa del pueblo de Mouries, al norte de la ciudad portuaria francesa de Marsella, anunció su portavoz.

El músico nació el 22 de mayo de 1924 en París como Shahnour Varinag Aznavourian en el seno de una familia armenia. Vendió más de 100 millones de discos en 80 países y fue descrito muchas veces como el Frank Sinatra francés, según refiere la agencia Reuters.

Aznavour tenía una voz particular que lograba evocar las aspiraciones y temores de personas tímidas, vulnerables y perplejas, como él. Comenzó su carrera en pequeños bares de París en los años 40 y 50, tal como lo hicieron, entre otros, Edith Piaf, Maurice Chevalier y Charles Trenet.

Su habilidad para alcanzar una gran intimidad con el público también lo llevó a ser un aclamado actor de películas como “Tirez Sur le Pianiste”, de Francois Truffaut. En 1997 incluso fue galardonado con un Premio César honorífico, el honor cinematográfico más importante de Francia.

El joven Aznavour creció entre artistas, cantantes y actores en la Rive Gauche de París, y comenzó a actuar a los nueve años.

Además, su padre era un cantante que también trabajó como cocinero, mientras su madre era actriz. Las primeras presentaciones públicas de Charles fueron en bailes armenios, donde su progenitor y su hermana mayor, Aida, cantaban y Charles bailaba.

Descubrió su talento para escribir canciones por las presentaciones que hacía con Pierre Roche, quien tocaba el piano mientras Aznavour realizaba interpretaciones musicales. Después de la Segunda Guerra Mundial, Piaf vio la actuación del dúo y los llevó con ella en una gira por Estados Unidos y Canadá.

Después de vivir a la sombra de estrellas como Piaf y Juliette Greco, para quienes escribió varios éxitos, su carrera finalmente despegó con álbumes de oro y giras mundiales.

Pese a medir solo 1,60 metros, Aznavour poseía una presencia magnética en el escenario que dejaba al público absorto a sus pies en lugares tan famosos como el Olympia de París o el Carnegie Hall de Nueva York, según reseña Reuters.

Sus admiradores alababan al artista francés principalmente por su capacidad de contar historias en una canción y una voz jovial que, aunque no era consideraba hermosa, era rica en sensibilidad y alcance.

“Tengo el tipo de voz que se ajusta al tipo de canciones que escribo”, escribió el intérprete en su autobiografía “Aznavour por Aznavour”.

En una entrevista de agosto de 2011 concedida a la revista Paris Match, Aznavour describió su agotador calendario de trabajo. “Escribo todos los días, durante horas”, sostuvo, al explicar que realizar esta actividad era un músculo que necesitaba un mantenimiento constante. “Me aburriría hasta la muerte si no pudiera escribir más canciones”.

La mayoría de las cientos de canciones de Aznavour tratan sobre las relaciones, la desgracia y la nostalgia romántica, todo marcado por un agudo sentido de la ironía. Pero el intérprete tampoco dudó en abordar temas más controvertidos, como la vida solitaria de una “drag queen” en “Comme ils disent”.

En años posteriores, la mirada de Aznavour se volvió más política y escribió una canción en 1975 en memoria del genocidio armenio. Donó ganancias de otra canción, “Pour toi Armenie”, para ayudar a reconstruir el país después de un devastador terremoto en 1988, un hecho que describió como un punto de inflexión en su vida.

Armenia nombró a Aznavour en 2009 embajador en Suiza, donde el cantante residió por algunos años. También fue nombrado embajador de la UNESCO y delegado permanente de Armenia en 1995.

Muchas personas se reunieron el lunes en la capital de Armenia para recordarlo.

Aznavour realizó una gira de despedida en 2006, pero su alejamiento de los escenarios fue efímero, ya que continuó cantando periódicamente durante varios años más.

Aznavour deja a su tercera esposa, Ulla, y seis hijos.

El presidente Emmanuel Macron era un gran seguidor de Aznavour y cantó muchas de sus canciones durante noches de karaoke con amigos siendo estudiante, según excompañeros.

Tras la noticia de su muerte, Macron tuiteó: “Tan profundamente francés y tan visceralmente apegado a sus raíces armenias, conocido en todo el mundo (…) sus obras maestras, su tono y su encanto único lo sobrevivirán por mucho tiempo”.