Meghan Markle desveló en un artículo para el New York Times, que perdió a su segundo hijo en julio pasado tras sufrir un aborto espontáneo.
En el texto, la duquesa de Sussex relató que “sintió un calambre agudo” mientras le cambiaba el pañal a su primer hijo, Archie, a quien tuvo con su esposo, el príncipe Harry, en 2019.
“Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien”, expresó Meghan.
Y destacó: “Sabía, mientras abrazaba a mi primer hijo, que estaba perdiendo al segundo”.
Dolor insoportable
En el largo artículo, titulado The Losses We Share (Los pérdidas que compartimos), la exactriz también habla de lo difícil que les resultó a ella y a su esposo enfrentar esta tragedia.
“Horas después, yacía en una cama de hospital sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mi ojos vidriosos. Traté de imaginarme cómo nos curaríamos”, expresó.
“Perder a un niño significa cargar una pena casi insoportable, experimentada por muchos pero de la que pocos hablan. En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres, de 10 a 20 de ellas habrán sufrido un aborto espontáneo”, contó Markle.
“Sin embargo, a pesar de la asombrosa frecuencia de este dolor, la conversación sigue siendo tabú, plagada de vergüenza (injustificada) y perpetuando un ciclo de luto solitario”, manifestó.
En ese marco, la duquesa hizo referencia al impacto de la pandemia y a la importancia de preocuparse unos por otros.
“Así que este Día de Acción de Gracias, mientras planeamos unas vacaciones diferentes a las anteriores -muchos de nosotros separados de nuestros seres queridos, solos, enfermos, asustados, divididos y quizás luchando por encontrar algo, cualquier cosa, para estar agradecidos – comprometámonos a preguntar a los demás, ‘¿estás bien?’”, señaló.