María Fernanda López Bernini (Fedra López), llegó a Venezuela a los 17 años. Con su familia de inmigrantes argentinos, se establecieron en Venezuela en busca de un mejor futuro. Era finales de los años 80, cuando las dictaduras minaban el llamado Cono Sur.
con información de Impacto Venezuela
Así, Fedra López comenzó a hacer carrera.
Ya con sus atributos físicos, y la experiencia que traía como modelo, comenzó a probar suerte en la televisión. Gracias a su físico, recibió una propuesta para trabajar en el Show de Joselo. Hizo varios personajes, pero fue el de la “chica del cuadrito” el que le dio la fama. Con su cuerpo curvilíneo, López movía un cuadro hacia un lado y hacia otro para desatar los pensamientos de su jefe.
Pero, el baile era su verdadera especialidad. Hija de una pareja de bailaores flamencos, hizo el casting y fue escogida para integrar el cuerpo de baile del guitarrista español Juan Carlos García; quien en realidad era su padrastro. El grupo Juan Carlos y su rumba flamenca se volvió muy popular debido a las chicas que en diminutos trajes movían las caderas al son de la guitarra.
Fedra López buscó otros caminos
Superada esa etapa, Fedra López comenzó a estudiar actuación para demostrar que era algo más que un cuerpo sexy. Fue así como comenzó a ser tomada en cuenta para telenovelas como Por amarte tanto, Kaína, María Celeste, Hechizo de amor, La mujer de Judas, Natalia del mar, Nora y la última producción, Vivir para amar que hizo en 2015 con TVES.
Poco después, Fedra López se mudó a Miami, donde reside actualmente. Y lo hizo porque, entre otras cosas, fue víctima varias veces de la delincuencia venezolana. Ahí, ha trabajado desde taxista, hasta actuar en teatro y hacer participaciones en televisión.
Su vida personal fue relativamente tranquila. Se casó y tuvo dos hijos, Bethzabet y Eros López. Luego se separó y aunque se le relacionó con algunos colegas del medio venezolano: la realidad fue que con el único que la prensa la vio fue con Aroldo Betancourt.