La Orquesta Sinfónica de Venezuela en su 88 aniversario presenta este próximo domingo 22 de julio, a las 11:00 a.m, en el Galpón 17 del Centro de Arte Los Galpones un concierto con obras de compositores venezolanos, interpretadas por la familia de los instrumentos de vientos maderas, metales y cuerdas bajo el formato de música de cámara.
Las piezas seleccionadas que enaltecen el patrimonio musical venezolano son el Ballet Miniatura de Blanca Estrella de Méscoli, Tres Nocturnos Latinoamericanos para Quinteto de Vientos de Juan de Dios López Maya y Quinteto del Trébol para Quinteto de Vientos de Raimundo Pineda.
El Ballet Miniatura es la primera obra coreográfica conocida escrita en Venezuela, aunque no parece haber sido representada nunca en la escena dancística y, desafortunadamente, no se ha encontrado aún información sobre su posible argumento, solo sabemos que su temática está relacionada con una historia infantil.
Consta de cinco movimientos para una plantilla de diez instrumentos: un quinteto de vientos y uno de arcos. El Ballet fue reconocido con el Premio Nacional de Música en el año de 1965, por un célebre jurado entre los que figuraban el compositor argentino Alberto Ginastera y el compositor americano Aaron Copland. Comisionada por la agrupación Collegium Musicum y su director, Gonzalo Castellanos, la obra fue estrenada el 15 de mayo de 1966 por este grupo durante el Tercer Festival de Música Latinoamericano de Caracas.
Por su parte, Juan de Dios López Maya compuso sus Tres Nocturnos Latinoamericanos como un homenaje a Claude Debussy en el centenario de su muerte, haciendo alusión a dos de sus composiciones más famosas: Tres Nocturnos y Preludio a la siesta de un fauno. La pieza para quinteto de vientos se estrena en nuestro país en este recital de la OSV.
Finalmente, El Quinteto del Trébol, obra finalista en el II Salón Nacional de jóvenes compositores, en el año 2005, es una obra en 4 movimientos donde se trata de explorar el maravilloso sonido en los instrumentos de viento para la familia de las maderas. Desde el complicado entramado rítmico del merengue hasta el virtuosismo del joropo, cada movimiento deja una ventana abierta a la experimentación. reseña Entorno Inteligente