La noche que Demi Moore se escabulló en el departamento de su amante antes de casarse

“Creo que ella solo quería tener un último hurra antes de casarse”, dijo el actor Paul Carafotes, quien habló por primera vez de su relación con la actriz cuando protagonizaban la película “Choice” en 1980

Horas antes de casarse por primera vez, la actriz Demi Moore subió la escalera de incendios hasta el departamento de su colega Paul Carafotes y se metió por la ventana para tener sexo. Fue el propio actor de la serie Mindhunter quien reveló el episodio en una entrevista, después de que la actriz contara, a su vez, la anécdota en su autobiografía recién publicada.

Carafotes, que tuvo una aventura de meses con la actriz a espaldas del cantante de rock Freddy Moore, lo contó al medio británico DailyMailTV. Se conocieron en el set mientras filmaban la película Choices, de Silvio Narizzano, donde Demi debutó en la pantalla grande.

Los dos comenzaban su carrera en cine, para él era la segunda película y su primer protagónico. Ella actuaba de su novia, le parecía divertida, encantadora y estaba en una etapa de fiesta. “Demi era diferente a todas las otras chicas… se podía ver. Ella lo tenía, sabes. Ella tenía un poco de magia y resultó ser mucha magia al final”, contó.

Desde los ensayos fue evidente que tenían afinidad y se tenían aprecio. Reían y disfrutaban el tiempo juntos en el set. Pronto la química pasó a otro plano, las sesiones de lectura de sus diálogos en el departamento de él se convirtieron en “indiscreciones”, como Carafotes lo llama. Esa relación duró poco tiempo.

Demi Gene, nombre de soltera de la actriz, se casó por primera vez a los 18 años, en febrero de 1980. Se escapó de su despedida de soltera para visitar a su amante, con quien llegó sosteniendo una botella de champán Dom Perignon. De su primer matrimonio, que duró cinco años, solo le quedó el apellido y una canción que escribieron juntos, “It’s Not a Rumor”.

“Creo que ella solo quería tener un último hurra antes de casarse”, dijo Carafotes. A casi 40 años de su aventura, el actor admitió sentirse un poco culpable por meterse con una mujer comprometida, pero como una manera de sanar su culpa recordó que ella era “increíble” en el sexo y por eso le era difícil resistirse.

Carafotes, actualmente de 60 años, describió a la actriz como “una niña bonita de 18 años”. Eran jóvenes cuando se conocieron, entonces él tenía 21 años, no pensaban en qué era correcto o no. “Nadie tiene un libro que diga que así es cómo te comportas. Pero ciertamente no pensé que ella subiría esa escalera antiincendios», dijo.

El actor no fue el primero en hablar sobre la aventura. La propia Demi Moore hizo una mención en su autobiografía Inside Out, publicada en septiembre de 2019. Al abordar su matrimonio con Freddy More mencionó: «La noche antes de casarnos, en lugar de trabajar en mis votos, estaba llamando a un chico que había conocido en el set de una película. Me escabullí de mi propia despedida de soltera y fui a su departamento”.

Pero la actriz se cuestiona el porqué de su acto, ¿qué la impulsó a ser infiel a su prometido?. “Porque no podía enfrentar el hecho de que me iba a casar para distraerme de lamentar la muerte de mi padre. Porque sentía que no había espacio para cuestionar lo que ya había en movimiento. No podía salir del matrimonio, pero podía sabotearlo», reflexiona.

Carafotes contó que estuvo a punto de rechazar esa noche a Demi Moore. “Había trabajado 18 horas, estaba cansado y Demi no trabajó ese día. Estaba durmiendo y sonó el teléfono. Era ella y quería venir a verme”.

Según su versión, él le dijo en aquella llamada que no era un buen momento. Pero ella insistió, “si quiere venir, abriré la ventana de la cocina”, propuso él. No esperaba que la joven subiera cuatro pisos por las escaleras de incendios y entrara por la ventana.

Acto seguido, la actriz estaba parada sobre su cama diciéndole: “Hagamos esto, hagamos una fiesta”. En el departamento había un amigo de Boston al que le daba hospedaje, así que se fueron a otro que le rentaba la producción.

Bebieron champán. “Tuvimos una pequeña celebración. Eso es básicamente lo que sucedió”, se limitó a decir. A la mañana siguiente la despertó: “Oye, tienes una boda a la que ir”, y ella se marchó. Esa fue la última vez que se vieron por años.