La actriz Kate del Castillo confirmó este jueves que visitará México en las próximas fiestas navideñas, un viaje que supone finalizar una ausencia de más de dos años tras los problemas legales que afrontó por el encuentro que tuvo con el narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La protagonista de «La Reina del Sur» manifestó que a pesar de que los temas judiciales en su país están resueltos no sabe si va a «poder entrar a México sin ningún problema», aunque confía en que no se registren imprevistos.
Aseveró que la decisión de regresar no ha estado motivada por el cambio de gobierno en México, y remarcó que no necesita la luz verde de nadie para entrar a su país.
«El caso está cerrado legalmente, nadie tiene que hacerme ningún favor, no lo necesito porque no he hecho nada malo y no necesito ninguna aprobación de ningún gobierno», agregó.
La mexicana, quien hace poco volvió a la pantalla con la segunda temporada de la serie Ingobernable, presentó este jueves en Miami su tequila Honor y en un encuentro con la prensa se mostró esperanzada de que la presidencia de López Obrador pueda lograr que finalmente se respeten los derechos humanos en su país.
La actriz interpuso una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la que alegó que sus derechos fueron violados cuando el gobierno del ahora ex presidente Enrique Peña Nieto filtró información falsa sobre ella y sobre su relación con «El Chapo».
Confesó estar abierta a reunirse con el actual jefe del Ejecutivo mexicano, pero pidió que los miembros del nuevo gobierno se enteren completamente de su caso.
«No tengo nada que esconder, ni tengo que pedir ningún favor. Es cuestión de que se pongan a leer mi caso y que se enteren de qué se trata», alegó.
Dijo que lo primero que hará en cuanto pise territorio mexicano será ir a casa de sus padres, Eric del Castillo y Kate Trillo, «y llevarlos a una taquería».
«Me muero por comer unos tacos mexicanos y unos frijolitos», añadió.