Juego de tronos volvió a imponer su ley en los Emmy, agrandando aún más su idilio con la Academia de la Televisión. En el año del supuesto favoritismo de The Handmaid’s Tale, la creación de David Benioff y D. B. Weiss recuperó el trono perdido al hacerse con el galardón a mejor serie de drama, devolviendo a HBO a lo más alto del escalafón televisivo.
Su triunfo final relega a un segundo plano la victoria moral de Netflix previa a la gala, con sus 112 nominaciones, más que nadie por primera vez en su historia. Eso sí, la plataforma con sede en Los Gatos salió con seis premios de los valiosos, uno más que Amazon y HBO.
Pese a que han pasado meses desde la emisión del último capítulo de una de las series más importantes de la historia de la televisión, el mundo fantástico de Westeros y Essos repitió el logro de 2015 y 2016, con una temporada más aún por estrenar en 2019 para rematar la faena.
Pueden estar contentos en HBO porque hasta entonces no había sido la gala de su creación estelar. De las seis nominaciones que habían cantado hasta el premio final, solo una se había llevado, la de mejor actor secundario para Peter Dinklage.
En términos estadísticos, la verdadera triunfadora de la noche en el Microsoft Theatre de Los Angeles fue La maravillosa señora Maisel, que se alzó con cinco grandes premios -cuatro de forma consecutiva-, incluyendo el de mejor comedia y el de mejor actriz de comedia para Rachel Brosnahan. Emocionada destacó el momento de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y llamó a todas a registrarse para votar. Aunque Amazon partía con mucha desventaja con respecto a competidores directos como Netflix y HBO en cantidad de nominaciones, a la postre hizo el suficiente ruido.
El Emmy a Claire Foy por The Crown fue una de las grandes sorpresas de la noche al imponerse a Elisabeth Moss y su desgarrador retrato de una mujer esclavizada en The Handmaid’s Tale. Foy firmó dos temporadas con Netflix interpretando a Isabel II de Inglaterra, una serie que seguirá su curso con nuevos protagonistas.
En categoría masculina, el título de mejor actor por una serie de drama fue para Matthew Rhys por su rol en The Americans, una serie que al final se fue a casa con dos distinciones, las mismas que Juego de tronos.
El de Dinklage, el carismático actor de 49 años, significa su tercer Emmy por su papel de Tyrion Lannister como mejor actor secundario, un honor que en categoría femenina fue a parar a Thandie Newton, actriz de Westworld. «No creo en Dios, pero se lo voy agradecer a ella esta noche», dijo emocionada al subir a recoger el galardón.
Empezó emocional la gala con el premio a un histórico de la televisión como Henry Winkler, mejor actor secundario en comedia por su trabajo en Barry, la comedia de HBO. Un momento grandioso para el de 72 años tras más de 40 años de carrera. Poco después le acompañó su compañero de reparto en el momento de gloria, un Bill Hader que se impuso como mejor actor de comedia del año.
No pudo ser para Penélope Cruz, nominada como mejor actriz secundaria por una serie limitada o película por su papel en The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story. Aún así, fue una gala fructífera para la serie de FX, que se hizo con tres de los nueve premios principales a los que optaba, incluyendo el de mejor serie limitada.
Tampoco se impuso la otra opción española, la de Antonio Banderas, que optaba al premio como mejor actor por una serie limitada o película. El Emmy fue para Darren Criss (The Assasination of Gianni Versace: American Crime Story).
En términos de la gala en sí, el acento se poso de nuevo sobre la diversidad y el protagonismo de las mujeres en la industria. Las referencias fueron constantes, de forma directa e indirecta, quizá porque las propias nominaciones encerraban un abanico histórico de color, origen y orientación sexual.
En general, fue una velada entretenida, comandada por el humor ácido de Colin Jost y Michael Che, los comediantes de Saturday Night Live. Contribuyeron mucho los discursos de los ganadores, breves y desenfadados. Por encima de todos brilló el del director Glenn Weiss, que apuntaba a pasar desapercibido entre las caras más conocidas de la noche, pero que aprovechó sus segundos de gloria como pocos.
Weiss enlazó el recuerdo por la reciente muerte de su madre con una petición de mano a su novia delante del resto de la concurrencia. Le puso el anillo de la difunta a su futura esposa y procedió a ponerse de rodillas, desatando una lluvia de emociones en la grada del Microsoft Theatre. Ella, entregada, entonó el sí quiero.
Premios Emmy 2018
Mejor serie dramática: «Game of Thrones»
Mejor comedia: «The Marvelous Mrs Maisel»
Mejor actor dramático: Matthew Rhys, «The Americans»
Mejor actriz dramática: Claire Foy, «The Crown»
Mejor actor de comedia: Bill Hader, «Barry»
Mejor actriz de comedia: Rachel Brosnahan, ‘The Marvelous Mrs Maisel»
Mejor actor dramático de reparto: Peter Dinklage, «Game of Thrones»
Mejor actriz dramática de reparto: Thandie Newton, «Westworld»
Mejor actor de reparto en comedia: Henry Winkler, «Barry»
Mejor actriz de reparto en comedia: Alex Borstein, «The Marvelous Mrs Maisel»
Mejor miniserie: «The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story»
Mejor actor de miniserie o película para televisión: Darren Criss, «The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story»
Mejor actriz de miniserie o película para televisión: Regina King, «Seven Seconds»