Habló el hombre señalado de enviar a prisión a Aleska Génesis: ‘Ella y su hermana son ladronas’

El hombre dijo que tanto la modelo como sus hermanas entraron a su casa y se llevaron los relojes «más caros»

Francisco Javier Rodríguez Borgio, empresario mexicano conocido como el ‘zar de los casinos’, habló por primera vez tras el arresto de Aleska Génesis, quien le señala de ser el artífice de haberla enviado a la cárcel, asegurando que tanto la modelo venezolana como su hermana, son “ladronas”.

En una entrevista con Jordi Martín para ‘El Gordo y La Flaca’ de Univisión, cargó no solo contra la ex de Nicky Jam, sino también contra su hermana, quien fue su novia. “No me gusta la vida pública y de la noche a la mañana salgo en todas partes”, añadió tras el salto de su nombre a la palestra pública.

En su relato, habló con un amigo de nombre Pedro Torres de Edemol, la empresa que produce ‘La Casa de los Famosos’, por lo que le “advirtió” sobre Aleska Génesis. “No la traigas, es una mujer mala. Me dijo ‘perdóname Javier, pero desde ese escándalo, he subido el rating el doble’”, mencionó, refiriéndose a la primera detención de la criolla en 2024.

A continuación, dio su versión del origen del escándalo con las venezolanas. “Las tres hermanas entraron a mi casa. Michell vivía conmigo. Yo colecciono relojes y agarraron los más caros y se los llevaron”, acotó sobre Aleska y sus hermanas Michell Roxana Castellanos (quien fue su pareja), y Bárbara Castellanos.

“Es medio millón de dólares (el valor de las joyas), pero en realidad se robaron un millón de dólares”, resaltó.

Sobre su batalla legal, contra Aleska Génesis, añadió: “El amparo lo perdió y como vive en Estados Unidos era prófuga. No está libre, en juicio, está bajo fianza, le quitaron pasaporte, todo. Tiene que estar en México. Si ella se va de México, la meten a la cárcel”.

En ese sentido, exigió cárcel tanto para Aleska como para Michelle, su expareja. “Son ladronas totales”, manifestó.

“Estoy muy enojado porque Michell después de dos años me acusó de que la quise matar”, se defendió. “Me denunció a la policía. Llegué al aeropuerto, me detuvieron y me metieron a la cárcel dos días. Nunca presentó pruebas, nunca existió juicios. Era una mentira de ella, pero Estados Unidos le hace mucho caso a eso. Nunca se lo voy a perdonar porque lo hizo en frente de mi hijo, esposado en el aeropuerto”, apuntó.