Políticos, militares y hasta artistas afectos al chavismo le han dado la espalda a Nicolás Maduro. Ahora llegó el turno para la actriz Gigi Zanchetta, quien se «bajó del barco» del señalado de «usurpar» los cargos de la presidencia de Venezuela.
En declaraciones al canal Globovisión, la artista manifestó este sábado que su cambio político no ocurrió recientemente «Yo realmente tengo años apartada de todo el escenario político», dijo, al tiempo que catalogó al proceso actual de comunismo.
Según Zanchetta, la decepción comenzó por que no se dieron los resultados que esperaba para la atención de los sectores más necesitados en el país.
Promesas incumplidas
«Siempre he estado en contra de la pobreza. Lo que yo pude descubrir es que no comparto que te delimiten el libre albedrío, tus libertades individuales, económicas y menos tu poder adquisitivo», afirmó.
En este sentido, agregó que la situación actual le recuerda «al cuento del lobo que pensamos que no iba a llegar pero llegó».
En su opinión, los venezolanos tienen cercenadas las oportunidades. «Simplemente estuve callada, estuve apartada. Pero esto no me dejó de doler en ningún momento, los atropellos que vive el pueblo de Venezuela», explicó.
Reconoció que aunque tiene amistades dentro de la «Administración» de Maduro, no está de ese lado.
Acerca de quienes la critican por presuntamente haber obtenido bienes debido a su cercanía con dirigentes chavistas, Zanchetta manifestó: «Yo lo que tuve en mi vida, lo trabajé y me lo gané».
Sin arrepentimientos
Aseguró que no tiene que pedirle perdón a nadie, «y si tengo que pedir perdón va a ser a Dios y no a los hombres».
Al ser consultada sobre si solicitó asilo en España, la actriz explicó que viajó a ese país porque su hijo la hizo abuela. Sin embargo, sostuvo que si la situación no mejora existe la posibilidad de buscar mejores horizontes.
Sobre Winston Vallenilla, presidente de Tves y el conflicto que tuvo durante su estadía en el canal, aseveró que no hay que «dar espacio a quien puede generar oscuridad».