Salma no es ajena a este tipo de outfits, los cuales acentúan sus atributos y que la hacen sentir muy segura.“En el pasado, cuando intentaba imaginar qué aspecto tendría a mi edad, me sentía aterrorizada. Pero ahora me doy cuenta de que todavía puedo ser guapa y que aún puedo sentirme muy a gusto con la vida aunque ya me esté acercando a los 50”,aseguró recientemente la originaria de Veracruz a la edición estadounidense de la revista OK!
Sin embargo, Salma no sólo se confía de su físico para hacerse notar, pues además de ser portavoz de la Unicef tiene proyectos como productora y directora. Y ni hablar de los amores de su vida, su esposo François-Henri Pinault y su hija Valentina Paloma, quienes la hacen, como ya lo ha comentado con anterioridad, mejor madre y esposa.
