Las Trillizas de Oro, otrora coristas del astro español Julio Iglesias, contaron su experiencia de trabajar con el cantante, al que definieron como “genio”, pero que de tener hoy la actitud de sus años mozos, estaría en “cana”.
María Eugenia, María Laura y María Emilia, que trabajaron durante un tiempo con Julio, dieron una entrevista radial a un medio argentino, y detallaron el comportamiento sexual del compositor de 74 años, entre ideas contradictorias
“Hoy estaría en cana Julio Iglesias, porque no solamente se le acercaban, o él se acercaba a las minas, sino que las tocaba. Les daba besos en la boca a todas. Hoy, estaría con cadena perpetua. Era cariñoso y afectuoso”, dijeron las hermanas. Recordaron, además, que Iglesias tenía a las afueras de sus aposentos grupos de fanáticas “muertas con él, hacían cola. Golpeaban la puerta y preguntaban: ‘¿Terminaste? ¡me toca a mí!”.
Lo peor del caso es la diferencia entre las “nuevas” seguidoras y las “viejas”. “Las nuevas subían por la escalera y las otras, bajaban por el ascensor. Salía una de la habitación y entraba otra, y no se cruzaban”. A pesar de que le echaron la burra pa’l monte al ídolo de varias generaciones, admitieron que “era un maestro. Este señor sigue siendo un genio (…) No tenía ego. Vos veías lo que era la gente con él y él con la gente, y era maravilloso”.
El también empresario, comentaron, no se propasó con ninguna de las hermanas porque “estábamos rodeadas por mamá, papá, Lalo, nuestro representante; pobre tipo, no podía ni mirarnos. Teníamos 18 y él 37. En esa época no éramos fanáticas, entonces eso te ayuda a ser compinche. Él nos trataba como sus niñas”.
Salud en picada
Mientras María Eugenia, María Laura y María Emilia cuentan el pasado de Julio Iglesia, el presente del intérprete no es muy bueno. Los paparazzi lo capturaron a la salida de un hospital en Miami y debido al estado físico se dice que su salud no está bien. Inmediatamente, la prensa español se hizo eco de una serie de rumores que fueron parados por Miranda, actual esposa de Iglesias. “Julio está perfecto, son los chequeos habituales”.