Serán las circunstancias las que decidan qué opción se toma finalmente.
La cuenta atrás para el nacimiento de Baby Sussex ya ha empezado. Meghan Markle sale de cuentas este mes, así que a partir de ahora el parto se puede producir en cualquier momento. Sorprende que llegados a este punto, todavía no se haya confirmado desde la Casa Real dónde nacerá el primer hijo de los duques de Sussex. Quizás, esta incógnita tenga que ver con lo que publica en exclusiva el diario ‘Daily Mail’ este miércoles: y es que Meghan está contemplando la idea de dar a luz en casa.
Fue la pasada semana cuando Harry y Meghan dejaron definitivamente Kensington Palace para trasladarse a Frogmore Cottage. Ahora, fuentes del citado medio aseguran que la duquesa está pensando en un parto en casa, siguiendo los pasos de la reina Isabel II. Cabe destacar que la soberana tuvo a sus cuatro hijos en su residencia: Carlos y Ana nacieron en Clarence House mientras que Andrés y Eduardo lo hicieron en Buckingham Palace.
Esta opción tiene una gran ventaja que los futuros padres ansían: la privacidad total. Sin embargo, Harry y Meghan no son ajenos a que un parto en casa podría ser problemático en el caso de la duquesa, sobre todo porque es una mujer de 35 años y en estos casos la edad juega en su contra, ya que puede haber más complicaciones durante el alumbramiento. Por eso la idea todavía está en el aire.
Cuenta el ‘Daily Mail’ que Meghan ha estado navegando mucho por la red leyendo sobre los partos en casa y se ha informado con profesionales del tema, pero que aunque su deseo es fuerte, es consciente de que cuando llegue el momento serán las circunstancias las que decidan. Al fin y al cabo lo que más importa es la salud del recién nacido y de la madre.
Lo que sí descartan ya los expertos británicos es que Meghan vaya a seguir los pasos de su cuñada, Kate Middleton. Y es que parece poco probable que el alumbramiento se produzca en la Lindo Wing del hospital St. Mary de Londres, donde nacieron George, Charlotte y Louis, además de Guillermo y el propio Harry. Y es que existe una distancia de 37 kilómetros entre esta prestigiosa clínica de Paddington y el nuevo hogar de los duques de Sussex, por lo que habría otras opciones mucho más cercanas a Frogmore Cottage en el caso de que finalmente el bebé naciera en un hospital. reseña vanitatis