Lis Cuesta, esposa del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, le fue negada la entrada en una tienda de alta costura en Madrid, España. Así lo hizo saber el abogado Ignacio Rafael Giménez García en una reciente publicación en sus redes sociales.
“A veces te llegan las noticias sin buscarlas”, escribió el activista. “Cuando me expulsaron de la isla, estuve cinco años en Madrid. Hace unos meses regresé para resolver unas cosas y me cogió la pandemia. Acá estoy”.
Según explicó Giménez, durante su estancia en la capital española hizo amistad con una familia cubana, cuya hija trabaja actualmente en una tienda de la marca Carolina Herrera, ubicada en la calle Serrano.
“La hija de mis amigos salió de la isla siendo muy chica y creo que no sabe ni quién es Canel, menos aún conocía a Lis Cuesta”, detalla.
Al parecer, Lis se disponía entrar en el local con otras dos mujeres cuando el guardia de seguridad se los impidió. Ella comenzó a gritar —relata el abogado—, asegurando que era la primera dama de Cuba y que iba a quejarse con el mismísimo Rey de España.
“Lis continuaba chillando desafiante y el hombre de la seguridad hablaba suave. Al final, llegó una patrullera de la policía municipal e intervino. Entonces el de seguridad les explicó a los policías lo que Lis y sus acompañantes no escuchaban con su griterío. Ninguna de las tres llevaba mascarilla (…) Se marcharon sin entrar y con una sanción cada una de seiscientos euros”.
“A la hija de mis amigos la creo, pero me extrañó que Lis hubiera podido viajar a España en medio de la pandemia”, agregó.
Sin embargo, tras contactar con un conocido, responsable de tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana, el activista pudo conocer que Lis se embarcó en primera clase en un vuelo que el Gobierno español habilitó para la repatriación de nacionales varados en la Isla.
“En la shopping de Carolina Herrera lo más barato cuesta doscientos dólares”, concluyó Giménez, reseña El Farandi