Las fotografías tomadas por Javier Rosendo a Piqué y Shakira surfeando fueron motivo de discusión con la pareja. Sus acompañantes forzaron el borrado de las imágenes, aunque pudieron ser recuperadas.
La costa cántabra es un reclamo para cualquier amante del surf. La bravura del mar Cantábrico atrae a deportistas de todo el planeta, ansiosos de cabalgar olas. La playa de Oyambre es una de las mejores para acudir con una tabla. Un arenal amplio y abierto a la inmensidad oceánica. No es extraño ver aprendices en la arena junto a su instructor o a surfistas camino al agua. Menos habitual es reconocer su rostro. Shakira, Gerard Piqué y sus hijos han sido los últimos en recalar en Cantabria para zambullirse al mar con sus tablones.
Javier Rosendo fue avisado de la presencia de la mediática familia en la playa de Oyambre. Hace 25 años que trabaja como fotoperiodista para el Diario Montañés. Su objetivo se ha posado sobre el mar para retratar desde ballenas varadas hasta embarcaciones en problemas. «No soy paparazzi, sino fotógrafo local. Pero que una pareja famosa como ellos venga a un pueblo pequeño es un acontecimiento», señala a Sputnik Mundo. Así, agarró su cámara y se dirigió al arenal.
Desde las ocho de la tarde, Rosendo se dedicó a sacar fotografías de los conocidos surfistas. Sin embargo, al caer la noche comenzaron los problemas. Fue cuando el fotógrafo se aproximó a Shakira y Piqué para preguntarles si podía retratar al futbolista con una niña de 7 años que le acompañaba. Entonces, se elevó la tensión. «Shakira se tapó con una tabla y Piqué me dijo que si quería la foto tenía que borrar el resto. El séquito que le acompañaba empezó a increparme. Se acercaron todos sin mascarilla y me retuvieron. Fueron muy violentos y tuvieron una actitud muy desagradable hacia mi persona», explica el fotoperiodista.
Ante la negativa de borrar las imágenes, los acompañantes de la pareja sustrajeron la cámara al fotógrafo e intentaron eliminarlas. Rosendo optó por llamar a la Guardia Civil, que acudió al domicilio próximo a la playa que la pareja había alquilado. «Mientras ellos bromeaban con que hacían con la cámara, si la tiraban al mar o qué», relata. «Siempre fui respetuoso con ellos, porque me podía haber ido con las fotos sin preguntar tan siquiera», continúa el fotógrafo.
El reportaje fotográfico fue borrado por uno de los miembros del grupo, aunque el material pudo ser recuperado para su posterior publicación. «Les pedí que no borrasen la tarjeta, ya que tenía imágenes personales. Que eliminasen solo las tomadas a Piqué y Shakira. Pero, hicieron caso omiso», lamenta
En estos momentos, el incidente está en manos del abogado de Rosendo. No saben todavía si denunciarán los hechos. «Se han ido a topar con un fotógrafo local y a mí me gusta estar detrás de la cámara, no delante», sentencia.
Apoyo del gremio
El caso de Rosendo en la playa de Oyambre no ha pasado desapercibido. La Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros (Apfc) ha condenado el suceso, acaecido el 2 de septiembre. «Abordan y rodean al fotógrafo, lo increpan, presionan e intimidan entre un grupo de más de ocho individuos, azuzándolo a gritos y violentándolo intensamente», denuncia la organización en un comunicado.
«No se puede consentir que un periodista en el ejercicio de su trabajo sea atacado impunemente de esta manera por cualesquiera otros ciudadanos, máxime cuando, además, se encontraba en un espacio público y está perfectamente reglado el derecho que asiste a un profesional del periodismo de llevar a cabo su labor», sostiene la APFC, de la que Rosendo es asociado.
A nivel judicial, la asociación remarca que «solo la autoridad judicial competente está facultada para ordenar la intervención del material de trabajo del profesional». Además, añade que la incautación de dicho repertorio no se puede realizar de «manera discrecional, mucho menos, de manera abusiva o con el uso de la fuerza o intimidación por parte de cualquier persona».
Al final del texto, la APFC lamenta que existe un «creciente número de ataques contra los profesionales del periodismo por el mero hecho de realizar su labor, y con la sola justificación del parecer particular de los individuos». En el imaginario popular, decenas de situaciones en las que una personalidad del mundo del deporte o la cultura empuja una cámara o discute con un redactor. A nivel documental, en 2020, la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó un informe en el que se detallaba que el uso ilícito de la fuerza policíaca contra informadores durante manifestaciones se había incrementado de forma alarmante. Ese mismo año se duplicó el número de periodistas asesinados, con México y Afganistán a la cabeza.
El enfrentamiento de la playa de Oyambres se ha trasladado a las redes sociales, programas televisivos y cabeceras periodísticas. Las tranquilas vacaciones de Shakira y Piqué han acabado tan agitadas como las olas que tomaron en Cantabria.
#Piqué
Surf. Davis. Barsa.
En aquest ordre. pic.twitter.com/vjoZAPN25d— Javier Muñoz (@NotiamnotJavier) September 5, 2021