Previamente la atleta olímpica se había negado a la idea de usar un traje de baño en público
Caitlyn Jenner está viviendo muchas experiencias por primera vez al salir al mundo como mujer tras 65 años viviendo como un hombre.
Tal vez una de las experiencias más complejas para cualquier fémina es ponerse un traje de baño y salir en público: cuestiones como la autoestima, la imagen personal y más son encapsuladas en esa sola vivencia. Imagine lo que debe ser sumarle a esos elementos la transición o el cambio de sexo, nada fácil el panorama.
Caitlyn lo hizo y lo grabó para su show I am Cait, documentando la selección del bañador -un discreto enterizo de color blanco y no un revelador bikini negro de dos piezas que su hijastra Kim le envió- y la revelación frente a sus amigas en una piscina.
Previamente la atleta olímpica se había negado a la idea de usar un traje de baño en público, pero se atrevió en una locación privada en Napa Valley. “Se sintió muy liberador… Vi mi reflejo en el espejo y lucía muy bien”.