La española Girasoles silvestres, sobre el aprendizaje amoroso de una joven madre, abrió este sábado la competición por la Concha de Oro a la mejor película del Festival de Cine de San Sebastián, que verá en la misma jornada a la argentina El suplente, ambientada en una escuela del extrarradio bonaerense.
Un día después del Festival de Cine de San Sebastián, el certamen en la ciudad del norte de España albergó las primeras proyecciones de las películas que se disputarán los principales premios, que serán entregados en la gala de clausura el sábado 24.
El honor de iniciar la competencia recayó en Girasoles silvestres, del realizador catalán Jaime Rosales, la historia de Julia, una joven madre de dos niños que entabla relaciones sucesivas con varios hombres, mientras aprende cuál la complementa mejor.
«Se habla del aprendizaje de una profesión, pero también hay un aprendizaje en el amor», explicó Jaime Rosales en rueda de prensa, al apuntar que como en «todos los demás aprendizajes, probamos personas que son diferentes» y, si «algo ha fallado» en una, «buscaremos otro tipo de persona».
La película toca la violencia de género, pero evitando hacer de Julia una víctima, porque el personaje es «alguien muy fuerte, muy resistente a las dificultades», que con «cada golpe está inmediatamente buscando una nueva solución», dice Rosales.
Julia pertenece a un grupo de «chicas muy jóvenes, que viven en un sistema muy patriarcal, que tienen masculinidades muy tóxicas a su alrededor y que navegan como pueden esos mares muy complicados», explicó la actriz que la interpreta, Anna Castillo, ganadora de un Goya por El olivo.