Cyndi Lauper y Gloria Gaynor pusieron este viernes el tono ochentero en su debut en Rock in Río, en la quinta jornada del festival, dedicada a las mujeres y con artistas de este género en los escenarios.
Las cantantes estadounidenses deleitaron a toda una generación que revivió lo mejor del pop y el disco en la ‘Ciudad del rock’, en Río de Janeiro, con los éxitos más destacados en sus carreras musicales.
La irreverente Cyndi Lauper, que a sus 71 años dejó atrás la melena multicolor, uno de sus símbolos de rebeldía cuatro décadas atrás, fue la primera artista internacional en presentarse en el ‘Palco Mundo’, el principal escenario del festival.
Nacida en Brooklin y ganadora de dos Grammys, la artista hizo vibrar al público con clásicos como ‘Time after time’ y ‘True colors’, pese a los problemas de sonido que se vieron sobre todo al inicio de la presentación y una voz sin ‘playback’ que por veces alcanzó a desafinar.
El clímax llegó con ‘Girls Just Wanna Have Fun’, en el cierre, un tema que puso a cantar y a bailar a un heterogéneo público entre miembros del colectivo LGTBI y padres de familia acompañados por sus hijos, atraídos por otras estrellas como Kathy Perry, Iza y Karol-G, que estarán en el cierre de la jornada y que son furor entre los más jóvenes.
La cantante, fuera de los escenarios por ocho años, regresó en 2024 con la esencia que la caracterizó como símbolo de rebeldía y autenticidad en la moda en los años 80.
Diez minutos después, en el ‘Palco Sunset’, el segundo escenario en importancia en la ‘Ciudad del Rock’, Gloria Gaynor, continuó con el estilo ochentero del día.
En una presentación en un tono mucho más sereno, la cantante afro hizo vibrar al público con ‘Unstoppable’, ‘You’re the First, the Last, My Everything’ y ‘Killing me softly with his song’, el clásico que Roberta Flack llevó al primer lugar de las listas en 1973.
El cierre con ‘I will survive’ fue el momento más emotivo del concierto de la Gaynor. Apenas se escuchó la introducción en piano el público presente, en su mayoría LGTBI, enloqueció y empezó a corear a todo pulmón el clásico, que es considerado uno de los himnos del colectivo.
El inicio de la quinta jornada de conciertos en el festival también tuvo a la brasileña Ivete Sangalo, que subió el clima con el axé de su natal Bahía y quien sorprendió al público en un segmento del espectáculo, al aparecer suspendida en el aire cantando sobre su audiencia.
Rock in Río, que abrió sus puertas el 13 de septiembre, espera atraer a unos 700.000 espectadores en las siete noches de conciertos que culminan el próximo domingo.
Desde su histórico debut en enero de 1985 más de 12,6 millones de personas han asistido a alguna de las 24 ediciones de Rock in Río, de las cuales diez se han realizado en la ciudad que lo vio nacer y el resto en Lisboa, Madrid y Las Vegas.