Comerciantes y clientes sostienen que las compras de productos no prioritarios ahora se hacen con menos frecuencia porque cuesta más reunir el dinero
María Fernanda Sojo/El Nacional
A diferencia de las largas colas que se forman frente a supermercados y farmacias donde venden productos de la cesta básica, en los comercios que expenden ropa, calzado, perfumes y accesorios se ven muy pocos clientes. La razón, coinciden comerciantes y consumidores, es que los elevados precios dificultan las ventas.
“Un blue jeans de producción nacional de talla grande se vende en este momento en 11.900 bolívares, a comienzos de año con ese dinero un cliente se podía llevar 3 pantalones que estaban en 3.500 bolívares, y todavía le quedaba dinero. Cada vez que llegan pedidos nuevos los precios son más altos y los sueldos siguen igual”, afirmó Loys Lara, encargada de una tienda en el Unicentro El Marqués.
El testimonio de Lara se repite entre encargados y propietarios de tiendas en el centro y este de Caracas. “Una fragancia de Carolina Herrera que estaba en menos de 10.000 bolívares en enero ya pasa de 40.000 bolívares y sabemos que en el próximo pedido viene con 40% de aumento. La Coco Chanel ya está en 103.000 bolívares, no quiero saber en cuánto va a llegar”, dijo Judith Azuaje, encargada de un comercio en el centro comercial Millenium.
Aunque la magnitud de la caída en las ventas varía dependiendo del comercio, vendedores informaron que es superior a 70%. “Antes en un día bueno de ventas se podían facturar 80.000 bolívares en muchas piezas, ahora ha bajado a 20.000 bolívares en pocas prendas”, agregó Lara.
Las tiendas donde comercializan equipos electrónicos tampoco han escapado del descenso de las ventas. “Pasamos de vender más de 1 millón de bolívares al día a 200.000 bolívares. Hace dos meses las ventas subieron porque teníamos unos equipos a precios bajos, pero se acabaron y la demanda cayó otra vez”, contó Ariadny Escobar, encargada de una tienda en el Millenium.
En ese negocio el celular liberado más económico está en 18.000 bolívares, es uno que solo permite enviar y recibir llamadas y mensajes de texto. Los inteligentes pasan de 50.000 bolívares. “La gente viene y se sorprende de que el teléfono más chiquito y con menos funciones cueste eso, pero es al precio que nos llega”, añadió Escobar.
Los comerciantes afirmaron que el alza en los precios está ligada al incremento del dólar paralelo con el que los proveedores pagan la mercancía que importan. No solo los productos que se traen listos del extranjero, sino los insumos con los que elaboran piezas localmente.
Este año el gobierno ha restringido la entrega de dólares a través de los mecanismos oficiales y el precio de la divisa no oficial ha escalado más de 380%: mientras al cierre de 2014 se cotizaba en 170 bolívares por dólar, ahora ronda 820 bolívares por dólar.
Por partes. Uno de los mecanismos empleados por los consumidores para poder sortear el incremento del precio de los productos es el uso de créditos. “Las ventas de zapatos en la tienda no han caído tanto, pero ha aumentado el uso del sistema de apartado. Muchos clientes prefieren pagar la mitad del valor del calzado y en un mes cancelan el resto, así se les hace más llevadero”, afirmó Idvania Sánchez, encargada de una zapatería en El Marqués.
Dora Pulido, una de las consumidoras que se encontraba en la tienda, indicó que ha dejado de comprar con la misma frecuencia porque los precios no se lo permiten. “Sales y ves que unos zapatos deportivos que te cuestan 9.000 bolívares, entonces cuando logras reunirlos ya el precio aumentó a 12.000 bolívares, es muy difícil”, aseveró.
En la tienda de celulares en la que trabaja Escobar decidieron empezar a aceptar el multicrédito que ofrecen algunos bancos. Esperan que con este sistema aumenten las ventas.
LAS CIFRAS
18.000 bolívares es el precio promedio de los tacones de fiesta en tiendas de El Marqués.
70.000 cuesta un celular Samsung SIII mini en tiendas del centro comercial Millenium.