Carlos Salazar, primer vicepresidente de Fevelicor, aseguró que la importación de bebidas alcohólicas descendió 65% en 2015 y que los inventarios disponibles son muy bajos
Dulce María Rodríguez/Amanda Gómez/El Nacional
En el mercado de licores la venta de productos nacionales representa 85% y los importados 15%. Debido a la merma de la producción de cervezas y la caída del poder adquisitivo, las ventas del sector descendieron 50% en comparación con el mismo período de 2015, afirmó Carlos Salazar, primer vicepresidente de la Federación Venezolana de Licoreros.
De las bebidas alcohólicas locales la cerveza representa 75% de las ventas en los 3.000 establecimientos afiliados a Fevelicor, mientras que el ron y otros licores generan el 10% restante de los ingresos provenientes de los productos hechos en el país.
Salazar reiteró que Polar, cuya producción de cerveza está paralizada por falta de materia prima, es el principal proveedor de la espumante de cebada y satisface 84% del mercado, por lo que está en riesgo la rentabilidad de 100.000 comercios y cerca de un millón de empleos entre directos e indirectos.
Indicó que Cervecería Regional cubre 16% del mercado y no cuenta con la infraestructura ni capacidad instalada para aumentar la producción y suplir el déficit que ha dejado Polar.
El vocero señaló que la importación de licores descendió 65% en 2015 y que los inventarios de ese tipo de bebidas son limitados. Añadió que el incremento de los precios de esos licores y la caída del poder de compra alejaron a los consumidores, por lo que actualmente no constituyen una importante fuente de ingresos.
“Hasta ahora no se han cerrado licorerías ni reducido puestos de trabajo. Todavía queda inventario de cerveza en el mercado aunque se está limitando la compra a una caja por persona. En el oriente del país la escasez ya es crítica”, aseveró.
Como prestadores de servicios les preocupa la paralización de Cervecería Polar. Pese al entorno, los licoreros son optimistas y confían en que en los próximos días el gobierno tome las medidas correctas para que la materia prima llegue a la empresa, apuntó.
Lo más barato. En varias licorerías se agotó el inventario de cerveza y las ganancias en el negocio han disminuido. “Mira como estamos. Está todo vacío, seco. No hay cervezas”, dijo el encargado de un negocio en Campo Claro. “Los demás licores sí se consiguen, pero lo que más se vende es la cerveza”, agregó.
Aurelio De Freitas Fernández, encargado del Depósito El Oso Nº3 en Los Cortijos, está de acuerdo: “La venta de cerveza disminuyó 90%. También hay un descenso en las ventas porque la gente compra guarapita en la calle y cosas hechas en casa, entonces merma la operación en los negocios”.
Ambos vendedores también concuerdan en que el ron es el segundo licor con más venta, después de la cerveza, porque es más económico. “Ahora, el consumidor más que calidad busca un precio bajo. Si se les hace un combo que salga más barato es lo que van a consumir”, añadió De Freitas.
Una cerveza cuesta alrededor de 400 bolívares, mientras que un vino va desde 5.500 bolívares hasta 14.000 bolívares, en promedio. El vodka ronda 3.000 bolívares y el ron se consigue desde 800 bolívares.
Los compradores se muestran inquietos ante los carteles que anuncian la escasez de cerveza. “Estamos muy preocupados. Esta es la bebida más popular y la más económica”, afirmó uno de ellos. Otros van más allá y exigen la salida del gobierno: “Estamos en contra porque nos quitan la cerveza, la única felicidad que tiene el venezolano. Antes, si quería podía tomarme mi botella, ya no puedo porque no hay”.
El encargado de una licorería en Campo Claro teme por su negocio. A su alrededor hay numerosos locales cerrados por la situación económica y cree que a las licorerías también les llegará su turno. “No tengo tantos empleados y el que tiene muchos llega a tres o cuatro, además debe pagar el alquiler. Más de uno tendrá que cerrar”.
Al hacer sus encargos las licorerías tampoco pueden comprar los demás licores libremente. Las casas que les venden asignan cupos porque hay problemas con el envasado, las etiquetas y la caña de azúcar. “La demanda supera la oferta. La asignación de cupos es desde agosto del año pasado”, añadió.