En medio de la crisis por la pandemia en Venezuela, la industria del licor ha seguido exportando, en cumplimiento con sus clientes internacionales; sin embargo, hasta mayo se evidenció una caída en volumen de exportaciones del 30%, de acuerdo con cifras de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea).
Luis Enrique Cárdenas, director de Civea, precisó durante una entrevista para Fedecámaras Radio que las empresas que son representadas por la cámara están trabajando solo al 20% de su capacidad, lo que va en línea con la utilización de la capacidad instalada reportada por la Confederación Venezolana de Industriales -Conindustria-, cuya última encuesta correspondiente al primer trimestre del año registra un promedio de 18% de operatividad en sus empresas afiliadas.
El representante de Civea indicó que es necesario trabajar en conjunto con las autoridades para simplificar las exportaciones, dado que los productos venezolanos de este rubro son reconocidos a nivel internacional y, aseguró, prácticamente la industria del licor es la líder de exportación en el sector privado.
Señaló que entre productores nacionales e importadores y algunas empresas de comercialización, conforman un universo de 51 empresas que representan el 95% del sector licorero formal de país.
“Estamos trabajando con el Banco de Comercio Exterior, ministerio de Comercio Exterior y Turismo, nos sumamos a los esfuerzos que hace Avex, además”, expresó Cárdenas.
Asimismo, indicó que hay un régimen de restricciones «que no está claro para el sector que queda en el medio».
«Tenemos expresamente restricción en dos estados y seis municipios que han prohibido la venta de bebidas alcohólicas», informó. En ese sentido señaló que dicha situación se añade a los problemas que venían enfrentando las empresas de bebidas alcohólicas como la carga excesiva en materia impositiva, caída de la demanda y el comercio ilícito.
– Ventas clandestinas –
El director de Civea subrayó que efectivamente los industriales siguen siendo afectados por ventas clandestinas, contrabando y falsificaciones. “Algunas de ellas han generado intoxicaciones y fatalidades, pero además compromete el empleo del sector formal” dijo.
Aseguró que la situación afecta a la clase popular, media y alta, y reclamó que hay licores importados «con etiquetas que ni siquiera vienen en idioma castellano».
Por eso insistió en que todas las personas que toman decisiones en política públicas tienen que estar conscientes de que, si se restringe al sector formal, se promueve el sector ilegal, y ese sector le hará daño todas las variables económicas».
De esta forma, recomendó a los usuarios ir a locales autorizados y revisar la etiqueta con el RIF en el que esté plasmado el registro sanitario, así como una banda fiscal y que tenga seguridad en la tapa.
– Empleos se mantienen –
Cárdenas aseguró que la industria ha hecho un esfuerzo para mantener las plantillas. “No solamente mantenerlos sino en esforzarnos en mantener condiciones socioeconómicas”, apuntó.
Incluso, afirmó que se han tomado medidas de apoyo con pagos anticipados y bonos.
Finalmente, sostuvo que en medio de la actual coyuntura recomiendan que el sector público pueda sentarse con el sector privado.
“Los procesos de producción y comercio no son esos términos de restricciones, hay que usar espacios para un esquema donde podamos trabajar y mantener la continuidad de las operaciones”, sentenció Cárdenas.