«Se acabó el control de precios»

Presionado por el desplome en los precios del petróleo, el gobierno no tuvo otra opción que ir en contra de su política intervencionista de los últimos 13 años y permitir que los productos, desaparecidos de los anaqueles por las distorsiones de los controles de precios y de cambio, llegaran a los comercios formales, a precios internacionales.

“El control de precios se acabó”, sentenció Ángel García Banchs, director de Econométrica, quien precisó que esa política reventó en 2015 para los bienes no regulados y este año para los regulados. “Era un modelo no sostenible y la caída de los precios del petróleo aceleró su fin”, dijo el economista en entrevista con El Estímulo.

Para Banchs, era cuestión de tiempo. La escasez provocada por precios anclados y poco acceso a las divisas, condujo a que los empresarios comenzaran a quedarse sin inventarios y con la baja en los ingresos petroleros y pocas perspectivas de que los precios se recuperen de manera importante, las autoridades han permitido a los productores nacionales aumentar precios y a importadores traer bienes de primera necesidad a precios internacionales a los que la mayor parte de la población no tiene acceso.

“Faltan fármacos, la gasolina, el agua, la luz, el gas y la telefonía, y esta ya viene en camino”, aseguró para señalar que después del fracaso del control de precios, vendrá el de cambio.

“Quienes acumularon dólares desde julio de 2015 están perdiendo 78% de poder de compra, porque a esa fecha el dólar paralelo estaba en Bs 678 y ahora en poco más de Bs 1.350 y tendría que estar en Bs 6.150 para que comprara lo mismo que hace 15 meses”, puntualizó.

“Quien vivía en julio de 2015 con 100 dólares, ahora lo hace con 500. El dólar compra hoy en Venezuela 20% de lo que compraba en esa fecha”.

No había que acumular dólares ni bolívares ni inventarios, solo comprar y vender. Rotar el inventario generó una tasa de rendimiento superior a la inflación, indicó García Banchs, quien afirmó que el empresario –por la ventaja que suponía un dólar subsidiado- se acostumbró a “sentarse” en inventarios y acumuló hasta tres años de mercancía.

En ese sentido indica que la especulación no puede rendir más que la productividad económica porque no es un esquema sostenible en el tiempo.

La crisis acentuada por los bajos precios del crudo, hace que se manejen mínimos inventarios y roten bien con descuentos, créditos o márgenes más bajos, sostiene el director de la firma consultora.

La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos se ha hecho la vista gorda y aunque se han autorizado incrementos de precios, no se han publicado en su página web. Los disponibles no guardan relación con la realidad en la mayoría de los casos.

Más recientemente y de una manera poco transparente, que lleva a García Banchs a señalar que se trata de un contrabando legalizado, el gobierno permitió compras de bienes básicos de terceros países, que se consiguen en comercios formales a precios inaccesibles que pocos pueden adquirir.

-Reduce la velocidad-

La tasa anualizada de los precios ha empezado a caer de manera sostenida, aunque con una excepción en septiembre. “Estamos en un proceso de desinflación”, asegura.

En el mes de julio la inflación se ubicó en 576% en comparación con igual mes de 2015, de acuerdo con los cálculos de Econométrica, que hace la medición de una canasta de bienes en 5 ciudades y con los ponderadores originales del Banco Central de Venezuela.

Para agosto descendió a 538,4% y en septiembre repuntó a 547,8%. García Banchs proyecta una cifra similar para noviembre luego del alza del salario mínimo integral de Bs 65.056,73 a Bs 90.812,1 (40%).

El director de Econométrica sostiene sin embargo que ese aumento no impulsará las ventas, ya que ese dinero se va en alimentación básicamente, bien sea en establecimientos formales o a bachaqueros.

“La inflación ya no va con los salarios porque las ventas han caído y la corrección vendrá por la unificación cambiaria”, afirma para insistir en la tesis que defiende desde hace unos 3 años.

Una tasa en esa dirección está alrededor de Bs 500, pero el valor de reposición no es siquiera el precio de la divisa en el mercado paralelo, sino en el negro que es de $2.000, eso es 4 veces más o una caída en las ventas de 75%, precisa.

“Hay un divorcio entre la tasa cambiaria y la tasa del salario”, dice para apuntar que los dos últimos incrementos salariales sumarán 3 puntos al desempleo, es decir, 240.000 personas.

En un escenario de unificación cambiaria, García Banchs proyecta que de una inflación de 500% (estimada por la firma para cierre de 2016) se podría pasar a 170%.

Deja sentado que no está de acuerdo con la proyección del Fondo Monetario Internacional de una inflación de 2.200 % para 2017 porque ello supondría una indexación salarial de 30% mensual y de precios, y eso no está planteado porque las empresas no tienen cómo pagar. Por la misma distorsión cambiaria, las empresas no pueden pasar la totalidad de los aumentos de costos a los precios finales, puntualiza.

por Ángel García Banchs/El Estímulo en noticiasaldiayalahora.co