La producción petrolera venezolana habría dado un salto de 40.000 barriles por día (bpd) en noviembre para subir a 390.000 barriles diarios, en un contexto en el cual la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) alcanzó su volumen de extracción más elevado en siete meses.
De acuerdo con la estimación de la agencia especializada Argus, «la producción y las exportaciones de crudo venezolano se recuperaron el mes pasado, debido a que China reanudó sus compras directas a Pdvsa y se alivió el déficit de buques cisterna por exceso de inventario que tenía la petrolera estatal venezolana, del cual culpa a las sanciones de Estados Unidos».
Sin embargo, la estimación de Argus no es precisamente para lanzar cohetes, ya que la producción de crudo ha retrocedido prácticamente 80 años en términos de volumen, y la industria opera con unos niveles de eficiencia mínimos luego de un proceso de deterioro que acumula siete años de agudización.
Libia e Irán también registran recuperación de sus volúmenes, lo que pone presión a un mercado inestable por el impacto económico global generado por la pandemia de covid-19, la cual también lastrará las posibilidades de recuperación al menos por el primer cuatrimestre de 2021, en un escenario optimista.
Venezuela no es, obviamente, un actor relevante en el concierto petrolero internacional, a pesar de reivindicar las mayores reservas del planeta, a tal punto que está exenta de los recortes aprobados por la OPEP+, y cualquier recuperación que logre obtener en niveles de bombeo no luce importante para impactar las reglas de juego que determinan el mercado en este momento.
La producción de crudo de la OPEP alcanzó el mes pasado su nivel más alto en siete meses, aumentando en algo más de 800.000 barriles diarios a partir de octubre, gracias en gran parte a la recuperación de la producción de Libia.
La producción consolidada de la OPEP aumentó a 25,07 millones de barriles diarios, la cifra más alta desde abril. La extracción de los países obligados a cumplir los recortes aprobados en el convenio de la OPEP+, subió 130.000 bpd en noviembre.
Las naciones obligadas a recortar cumplieron razonablemente con los volúmenes de extracción acordados, a tal punto que hubo un exceso de 4% en el acatamiento de la regulación por parte de la OPEP, mientras que las no OPEP cumplieron con 94% del recorte consolidado pactado.
La Opec+ acordó el 3 de diciembre aumentar su producción combinada en 482.000 barriles por día (bpd) en enero, y determinar los niveles de extracción de crudo para febrero, marzo y abril en reuniones mensuales.
El acuerdo de aumentar ligeramente las cuotas «permite tener un mercado estable, los precios del petróleo se han estabilizado en un rango predecible», dijo el viceprimer ministro ruso Alexander Novak. «Durante el período del acuerdo [actual] el precio del petróleo está en promedio entre 40 dólares y 45 dólares por barril. Me gustaría recordar que en abril, que fue el mes más difícil, el precio promedio fue de 26,6 dólares por barril. Ahora en diciembre vemos 48-49 dólares por barril».
Los ministros de la Opec+ se reunirán el 4 de enero. Novak dijo que «un nuevo enfoque con reuniones mensuales nos permitirá tomar decisiones más precisas y ponderadas, de modo que consideremos la situación del mercado y recuperemos la producción gradualmente, sin sobrecalentar el mercado y sin sobreproducción».
La demanda mundial de petróleo sigue estando 6 y-7 millones de barriles por día por debajo del nivel anterior a la crisis, dijo.