El economista César Aristimuño, director general de la Consultora Aristimuño Herrera & Asociados, señala que la estrategia de intervención cambiaria del Banco Central de Venezuela (BCV) está funcionando adecuadamente para contener el avance de los precios del dólar, incluso con un menor costo en comparación con el registrado en 2022.
Sin embargo, el economista insiste en que es urgente relajar el encaje legal bancario, porque el acceso a financiamiento, aunque ha venido mejorando en los últimos meses, «es absolutamente insuficiente para contribuir con el crecimiento de las empresas y de los salarios, en consecuencia».
«En nuestra firma estimamos que el nivel de crédito bancario disponible no es suficiente para cubrir la demanda mínima de financiamiento de los sectores industrial y agropecuario», sostiene Aristimuño.
– ¿Concretamente, por qué usted cree que funciona el modelo intervención cambiaria?
– Hay varios factores, pero creo que el Banco Central de Venezuela y el gobierno, en general, aprendieron las lecciones del año pasado y han buscado un equilibrio entre oferta y demanda, más que anclar el tipo de cambio; pero, también las empresas han aprendido lecciones.
– ¿A qué se refiere concretamente en este punto?
– La economía tuvo un primer cuatrimestre muy malo y las empresas pagaron el costo de haber excedido sus expectativas en 2022, lo que generó fuertes acumulaciones de inventarios. Eso presionó la demanda de insumos importados y, por lo tanto, los precios en el mercado cambiario. Ahora, las empresas son más prudentes.
– Entonces, en su opinión, no hay escasez de divisas…
– No estamos hablando de un mercado absolutamente normal. Tenemos sanciones internacionales que limitan, obviamente, la oferta de divisas. La banca tiene dificultades para hacer algunas operaciones, pero está claro que hay un mayor nivel de equilibrio y un manejo más adecuado tanto de la oferta como de la demanda de divisas.
Aristimuño: un mejor escenario que en 2022
De acuerdo con los escenarios más recientes que maneja la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, el tipo de cambio oficial podría llegar a un máximo de 60 bolívares por dólar al cierre de 2023, con escenarios de incrementos del tipo de cambio de 18% en octubre, 15% en noviembre y 11% en diciembre.
Esto colocaría la devaluación del año en curso por debajo del 280,43% que cerró en el 2022, al tipo de cambio oficial.
«Por ahora, observamos un escenario de relativa estabilidad en el mercado cambiario. De hecho, estimamos que los niveles de intervención cambiaria del Banco Central de Venezuela pueden ubicarse en un rango de entre 300 y 350 millones de dólares mensuales».
Hasta el pasado 4 de septiembre, el costo asumido por el BCV para intervención cambiaria sumaba los 2.526 millones de dólares, según el registro que lleva la firma Aristimuño Herrera & Asociados. Este monto es 23% inferior al gasto que tuvo que asumir el ente emisor en el mismo período del año pasado.
En consecuencia, se podría proyectar que el monto anual de intervención cambiaria oscilaría entre 3.700 y 3.900 millones de dólares en 2023, un monto 28% inferior, en el peor de los casos, a los 5.400 millones de dólares que el BCV vendió a la banca en 2022.
«Por supuesto, hay variables que pueden cambiar y no se puede descartar que ocurran coyunturas de mayor inestabilidad, pero en un escenario más o menos estable, como el que estamos observando, no tendría por qué esperarse algún episodio grave de inestabilidad», advierte el economista César Aristimuño, además un experimentado hombre de banca.
«Inclusive, en escenarios de incrementos parecidos a los de los últimos dos meses, podríamos ver un tipo de cambio cercano a los 50 bolívares, al cierre de año. En todo caso, estamos hablando de incrementos anualizados del dólar a tasa oficial de entre 160% y 190%», establece el dato preciso.
El economista César Aristimuño indica que está realizando una actualización más precisa de los escenarios generales sobre el comportamiento de la economía venezolana en 2023, pero estima que la situación mejorará en el último trimestre, aunque no para provocar un crecimiento contundente del PIB.
«Como tendencias generales observamos un repunte del consumo en los próximos meses, así como de los salarios, no suficientes para soportar niveles de crecimiento como los del año pasado, pero espero que nos podamos librar de caer en recesión. Eso es posible», indica Aristimuño. Banca y Negocios