Tanto la gasolina súper E10 como el gasoil alcanzaron precios récord en Alemania, tras llegar el martes a un coste medio de 1,71 y 1,64 euros (1,93 y 1,85 dólares) por litro, respectivamente, según anunció hoy el automóvil club alemán ADAC.
La cifra alcanzada por la gasolina superó el anterior máximo histórico de 1,70 euros alcanzado el 13 de septiembre de 2012, mientras que en el caso del gasoil ya había alcanzado repetidamente máximos históricos en los últimos meses, destacó DPA.
Tras una breve recuperación en otoño del año pasado, los precios de los combustibles llevan semanas subiendo. El principal causante es el precio del petróleo, que recientemente superó la marca de 90 dólares por barril (159 litros) para el crudo Brent del mar del Norte y alcanzó máximos no vistos desde hace varios años.
Los factores económicos y políticos están detrás de estas subidas: la oferta es escasa y la demanda va al alza. Además, las tensiones políticas en la frontera ruso-ucraniana están provocando una fuerte prima de riesgo en el mercado del petróleo, ya que Rusia es uno de los mayores productores de petróleo del mundo.
Además, el precio de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que volvió a subir a principios de año en Alemania, también contribuye al encarecimiento del combustible.
Sin embargo, según ADAC, los cinco euros adicionales por tonelada solo se notan en unos 1,5 céntimos por litro de combustible, dependiendo de este y de la composición en el caso de los biocombustibles.
La evolución de los precios es especialmente drástica si se compara con el año 2020. En ese momento, los precios del petróleo y de los combustibles habían alcanzado mínimos debido a la crisis del coronavirus. Desde entonces, la tendencia ha ido al alza con fluctuaciones.
Una gran parte del precio que pagan los automovilistas por el combustible corresponde a impuestos y a tasas.
En el caso de la gasolina súper E10, teniendo en cuenta el nivel de precios actual, alrededor de 27 céntimos corresponden al impuesto sobre el valor añadido (IVA) y casi 65,5 céntimos al impuesto sobre la energía y las emisiones de CO2. DPA
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