“Para ayudar en la recuperación de la economía, los venezolanos deben tener un mayor poder adquisitivo”. La frase corresponde a Luigi Pisella, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria-.
Pisella destacó que aunque el sector que representa es el que mejor remunera a su fuerza laboral, está consciente que “no es suficiente”, y que desde el seno de la organización gremial se trabaja y se articulan políticas públicas tendentes a mejorar el desempeño de la manufactura, para, de esta manera, estimular la demanda y transformar parte de los ingresos obtenidos en beneficios económicos para sus trabajadores.
Al respecto expresó que la capacidad operativa se elevó durante el tercer trimestre de 2021 a 23,3%, superior en dos puntos porcentuales a la registrada en el trimestre anterior, cuando este indicador se situó en 21%. No obstante este leve incremento, desde el año 2012, este dato se ha reducido en un 60%.
-Baja demanda y voracidad fiscal –
Al realizar un balance sobre cuáles son los principales factores que inciden en el escaso desempeño de la manufactura venezolana, el presidente de Conindustria, hizo referencia a los principales: baja demanda nacional, voracidad fiscal, escasez de combustible, competencia con productos importados, precariedad de servicios públicos esenciales (agua, electricidad, internet) y falta de financiamiento bancario, entre otros.
El presidente de Conindustria resaltó que la Encuesta de Coyunturan señala que 48% de las empresas, al no contar con un servicio eléctrico confiable, ha optado por generar su propia energía eléctrica a través de la utilización de plantas alimentadas con gasoil, gasolina o gas.
“El hecho de no tener energía eléctrica, nos ha llevado a producirla. A veces carecemos de agua y hemos perforado pozos. Al no contar con transporte público, buscamos la manera de trasladar a nuestros trabajadores hasta sus casas y sitios de trabajo. A pesar de todas las dificultades, la industria venezolana se ha negado a desaparecer, y aquí estamos, luchando contra todas las adversidades, colocando nuestros productos en los anaqueles”, puntualizó el principal vocero de Conindustria.
En tal sentido, hizo hincapié en los altos pagos por concepto de tasas impositivas de alcaldías y gobernaciones, las cuales no se corresponden con la operatividad de las empresas, al igual que el exceso en las tarifas por concepto de electricidad, agua y aseo que están cobrando las empresas prestadoras de esos servicios. Los tributos fiscales están “desproporcionados y no se corresponden con la realidad”.
Insistió también en la necesidad de que el ejecutivo nacional, revise el decreto correspondiente a la exoneración de aranceles, IVA y otras cargas impositivas a los productos elaborados en el exterior, ya que ellos compiten de manera desleal con los elaborados en el país por empresas venezolanas. “Nos parece una aberración que esos insumos estén exonerados del IVA”, dijo Pisella.
Resaltó que han venido sosteniendo varias reuniones con funcionarios de los despachos responsables de la actividad económica e industrial, con la finalidad de llegar a acuerdos y diseñar estrategias que apuntalen el desarrollo de la industria venezolana.
De acuerdo con otros datos ofrecidos por Pisella, y que se refieren a los nuevos tiempos, un 57% de los consultados indicaron que están haciendo inversiones para transformarse tecnológica y ambientalmente, con lo que están dando un paso al frente para adaptarse a la nueva realidad mundial.