Las fusiones de culturas, religiones, etnias y costumbres caracterizan la identidad del continente y su población, que hoy migra en la búsqueda de oportunidades económicas
Francisca Maturana Torres/El Nacional
Capturar en una imagen la migración es una tarea prácticamente imposible. En este mismo momento, miles de personas están cruzando por tierra, por mar o por aire alguna frontera, dejando atrás su lugar de origen para salir en la búsqueda de mejores oportunidades, escapar de la crisis o la violencia.
En palabras del escritor peruano Mario Vargas Llosa, “la riqueza de América Latina está en ser tantas cosas a la vez que hacen de ella un microcosmos en el que cohabitan casi todas las razas y culturas del mundo”. La región se conforma como una fusión de culturas, religiones, etnias y costumbres. Sociedades que tienen mucho más en común de lo que las diferencia.
En la búsqueda de nuevos territorios, nuestros ancestros viajaron por el continente dejando rastros de su cultura. Ese movimiento continúa y hoy, reconocemos nuevos patrones migratorios que obedecen principalmente a las desigualdades en el desarrollo económico entre las naciones, un desafío tanto para los gobiernos como para la ciudadanía.
La manifestación reciente de nuevas olas migratorias internas produce grandes aportes para los países pero también exportan problemas. Por un lado, la migración “favorece el desarrollo, genera válvulas de escape al desempleo, remesas del destino al origen” y por otro también lo frena porque se pierden “personas de alta calificación, capital humano y social relevante”, asegura Jorge Martínez, experto en migraciones de la división de población de la Cepal.
Las realidades son diferentes según cada país, los flujos de llegadas varían como también las regulaciones.
Empujados por el conflicto armado, miles de colombianos se vieron obligados a abandonar su tierra una situación que se comienza a revertir. Hoy Colombia recibe un gran número de inmigrantes debido a su buena situación económica y vive una crisis en su frontera con Venezuela, debido a los miles de personas que buscan cruzar para escapar de la crisis.
“Venezuela parece ser uno de los países donde se verifica un aumento importante de su dinámica de emigración. Ahí están confluyendo factores típicamente expulsores: desesperanza interna, falta de oportunidades”, explica Martínez.
El desafío para muchos, especialmente en Centroamérica, es la recepción de migrantes irregulares que buscan llegar hacia Estados Unidos. El movimiento de refugiados no caracteriza especialmente a la región, como ocurre en Europa y Medio Oriente. Pero se ha registrado peticiones de sirios que escapan de la guerra civil en su país y también de quienes huyen de la violencia y los conflictos políticos.
Aquí, una mirada a la migración latinoamericana:
“Se necesita cooperación transfronteriza”
Luis Almagro, secretario general de la OEA, asegura que los desplazamientos deben ser acompañados por medidas de asistencia, que contribuyan al desarrollo de las personas y de las sociedades de origen y destino.
¿Cuál conflicto fronterizo preocupa más a la OEA en términos de los efectos políticos que podría tener?
Todas esas situaciones son distintas, por sus causas, su magnitud y características, y todas nos preocupan. Obviamente hay algunos como en el caso de Costa Rica y en la frontera entre Colombia y Venezuela que son más apremiantes y urgen de respuestas más urgentes. Independientemente del número de países que involucra la crisis migratoria, el desafío es siempre la protección de los derechos de los migrantes, lo que no significa desconocer aspectos como el derecho soberano de los Estados y la seguridad.
Todos esos casos tienen algo en común, y es que la solución tiene un fuerte componente de cooperación transfronteriza. En numerosos foros y eventos internacionales sobre migración es sistemáticamente subrayado que las respuestas a los desafíos que conlleva la migración nunca pueden ser unilaterales. La experiencia indica que las respuestas regionales, integrales y solidarias han sido las más efectivas que han perdurado en el tiempo, aun cuando su construcción ha demandado ardua labor.
Venezuela vive una fuerte crisis de emigración ¿Espera que esta crisis se agudice o que se frene?
El tema migratorio es solo uno de los tantos problemas sociales y políticos que sufre hoy Venezuela y el cual debe ser abordado de forma urgente. Por eso es tan importante resolver el tema del cierre de la frontera con Colombia, son miles de personas afectadas en ambos lados.
Es importante destacar también que, sin necesidad de aceptarlo, el gobierno venezolano es consciente de la gravedad de la situación. La designación de Vladimir Padrino como coordinador de ministros para atender los temas de crisis ha dejado en claro que hay una crisis, y el tema migratorio es una parte importante de la misma.
De regreso a Colombia
“Llegué a Venezuela en el año 2010. En este país existían más posibilidades de progresar y de tener un trabajo. También por cuestiones de seguridad decidí irme de Colombia. Recibí amenazas de la guerrilla y antes que me mataran me vine para acá. Sin embargo, dentro de poco retornaré a Medellín con mi esposa y mi hijo debido a la situación venezolana. No consigo pañales, leche, comida, implementos para el trabajo. Todo esto lo hago pensado en mi hijo que tiene un año de edad, porque uno resuelve tomando y aguanta tomando agua y comiendo arroz. Pero él no. En Medellín dejé un terreno que no quise vender, ahora me tocará empezar de cero. También me ofrecieron empleo, venderé accesorios, repuestos, equipos de sonidos y televisores”
William Duque Henao