El presidente Nicolás Maduro señaló que los tenedores de deuda venezolana han perdido 77.000 millones de dólares y los proveedores han dejado de percibir 127.000 millones de dólares, debido a los efectos directos de las sanciones de Estados Unidos, que solo por concepto de ingresos petroleros han significado una pérdida a la República de 102.500 millones de dólares entre 2014 y 2019.
El gobernante ratificó la propuesta de negociación directa con los bonistas para resolver la deuda en default por la vía de la negociación.
En su mensaje de Memoria y Cuenta, Maduro indicó que la producción petrolera cayó 69% en el último quinquenio, una reducción lineal de 2.153.000 barriles por día en promedio. Además, indicó que el país tiene congelados en el exterior -«robados», señaló- más de 43.000 millones de dólares en cuentas, entre ellos el oro demandado en el Banco de Inglaterra.
El gobernante planteó a la Asamblea Nacional de mayoría chavista una operación de recuperación de estos recursos, incluyendo a compañías como Citgo y Monómeros. «Si recuperamos estos recursos, Venezuela registraría una recuperación inmediata, milagrosa. Estaríamos en capacidad de producir 2.500.000 barriles de petróleo».
En el extenso capítulo que Maduro dedicó a las sanciones -o «medidas coercitivas e ilegales»-, Maduro dijo que el quinquenio previo a las sanciones el país pagó 109.619 millones de deuda externa, porque el país «siempre estuvo dispuesto a cumplir sus obligaciones»,