La cuenta de siete artículos colombianos puede alcanzar 18 mil 245 bolívares. Los marabinos se maravillan al ver anaqueles llenos de productos básicos, pero solo pueden comprar pocas unidades para cubrir sus necesidades
En un supermercado de Maracaibo ubicado en la avenida Delicias, la cola no sale por fuera del establecimiento, a los usuarios les permiten comprar la cantidad de productos que deseen y sus anaqueles están llenos de artículos pertenecientes a la cesta básica. Una particularidad que solo se hace posible al vender productos extranjeros.
A los zulianos ya se les hace cuesta arriba adquirir los productos de la cesta básica a los precios impuestos por el mercado venezolano. A pesar de que la Gobernación del Zulia pone a la disposición artículos colombianos, sus precios liberados impactan en el bolsillo de los zulianos de tal manera, que la mayoría de los clientes solo se permite comprar algunos detalles para abastecer sus despensas.
“Están muy caros, pero por la necesidad lo llevamos porque por lo menos los encontramos”, asegura Edilsa Parra, quien trabaja en atención al público. Pero, explica que sus ingresos “jamás” le alcanzarían para hacer una compra completa de los rubros que sí puede conseguir en este comercio. Afirma que su sueldo solo le alcanza para comprar dos harinas, pasta y azúcar, excluyendo alimentos como vegetales de su presupuesto. “Yo me siento bien porque vengo y lo hay, ¿qué más quisiera uno que todos los supermercados estuvieran así? Claro, la cuestión es el precio, a uno no le alcanza la plata”.
Y es que un kilo de harina PAN colombiana tiene un importe de Bs. mil 390, un kilo de pasta, Bs. mil 700 y uno de azúcar, Bs. mil 760. También se pueden encontrar cuatro rollos de papel sanitario por tres mil 500 bolívares, 500 gramos de café por Bs. tres mil 960, 380 gramos de leche en polvo por dos mil 585 y un kilo de caraotas rojas por Bs. tres mil 350. Una cuenta que totalizaría 18 mil 245 bolívares por siete artículos.
Ruth Pérez, ama de casa, camina en el mercado periférico de La Limpia tratando de hacer rendir los recursos con los que cuenta para la comida de la semana. Confiesa que ha comprado pasta, harina de maíz y mantequilla del vecino país, pero sus altos precios la obligan a trasladarse a distintos mercados a buscar mejores opciones. “Con la jubilación y la pensión puedo más o menos, pero a muchas personas no le alcanza y los productos colombianos no tienen buen precio. El Gobierno piensa que aumentando el sueldo, uno tiene un mayor poder adquisitivo, pero eso aumenta más los productos”.
Lauris Montero, ama de casa, explica que semanalmente gasta más de 20 mil bolívares para comprar pocas cosas, esto sin incluir compras de los rubros importados que se consiguen. “Solo he comprado harina y azúcar, no he comprado más porque primero quiero buscar los venezolanos. Tampoco hago cola, compro lo que consiga, ¿qué más se puede hacer?”, dice con resignación.
Importación por decreto
La importación de productos colombianos fue autorizada por Francisco Arias Cárdenas, gobernador de Zulia. Un decreto publicado en marzo permitió a la empresa privada traer alimentos desde Colombia para llenar los anaqueles en Maracaibo.
La medida oficial, que autorizaba la importación de 50 rubros, venció el pasado 12 de julio, a la fecha se desconoce si la Gobernación zuliana extenderá el decreto.
Alixel Cabrera/La Verdad