El empresario Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, el principal grupo privado que queda en Venezuela, criticó frontalmente los “13 años” de gobierno chavista y la falta de resultados de un modelo económico que ha traído más inflación y recesión económica.
“Luego de 13 años esto hizo aguas y en este momento la situación es peor que la del Titanic, es terrible”, dijo en una entrevista en tono informal pero serio en el canal privado Globovisión, con el periodista y ex funcionario chavista Vladimir Villegas.
Mendoza defendió una vez más la gestión del sector privado y el papel que pueden cumplir las empresas para sacar a Venezuela de la seria crisis actual.
“Yo no estoy de acuerdo con recetas del Fondo Monetario” Internacional,dijo cuando el entrevistador le preguntó si esta sería una opción para ayudar a Venezuela a cubrir una grave escasez de divisas para mantener la economía en movimiento.
“Se habla de recetas del FMI cuando la peor receta ha sido la hecha en Venezuela en los ultimos 13 años. ¿Qué más sacrificio se le va a exigir al pueblo, con la hiperinflación más alta del mundo y la escasez alimentaria?”, se preguntó al rebatir a quienes critican la opción de la ayuda externa debido a las políticas económicas y condicionamientos de programas de ajustes que suelen venir con estos rescates.
Mendoza, un dinámico ejecutivo que tradicionalmente mantiene bajo perfil, ha llevado a cabo en las últimas horas una inusual gira por medios de comunicación. Su iniciativa ha incluido una rueda de prensa el martes, e intervenciones en programas de radio de alta audiencia, como el de César Miguel Rondón, en el circuito Unión Radio o de TV como CNN en Español, donde fue entrevistado por Patricia Janiot.
Negó que tenga alguna aspiración política o presidencial. Ante preguntas enviadas por la audiencia a través de redes sociales, desmintió supuestas candidaturas presidenciales, al contrario de lo que han hecho en América Latina otros empresarios.
“No la tengo. El afecto y el cariño de la gente lo agradezco muchísimo, eso es el trabajo bien realizado desde el sector empresarial”, dijo sobre su aspiración.
“Lo que creo es que a Venezuela le hace falta a alguien que le duela Venezuela y trabaje por una gran convocatoria nacional”, agregó.
Dijo rechazar que la fórmula para el país sea aplicar recetas como las del FMI, pero insistió en que éste y otros organismos internacionales como el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento (basada en Venezuela) pueden ayudar a superar la actual crisis de la nación.
“Existen lugares como el Fondo, el Banco Mundial, la CAF que están aquí. Somos miembros, participamos y pagamos nuestras cuentas. Ahora la receta que viene de allá para acá… No tenemos que aplicar recetas. Venezuela no tiene un problema de solvencia”.
“Hay organismos multilaterales y si hay fuentes más baratas vayamos a ellos, a los amigos”, dijo al señalar que otras naciones recibieron hasta hace poco ayuda de Venezuela a través de préstamos blandos como los de Petrocaribe (en forma de petróleo barato).
“Ahora que estamos pasando trabajo vayamos ahí”, dijo tras mencionar a otros aliados como Brasil que podrían ayudar.
Señaló la importancia de que el gobierno haya decidido honrar los compromisos financieros internacionales de la República y de Pdvsa, “pero al mismo tiempo debería hacer lo mismo con los proveedores que han financiado a las empresas”.
“Cuál es el problema en reconocer esa realidad y hacerles un planteamiento para pagar esa deuda de entre 10 y 13 mil millones de dólares?”, se cuestionó al insistir en que ni Polar ni las demás empresas reciben dólares, pues estas divisas deben ser entregadas directamente a los proveedores externos.
Según los empresarios, los incumplimientos de esos pagos explican la escasez de productos básicos, pues detuvieron las cadenas internacionales de suministros de materias primas.
Sobre qué le diría al presidente Nicolás Maduro si lo tuviera enfrente, respondió que primero que nada lo trataría “con todo respeto”. (El heredero de Hugo Chávez lo ha atacado y ofendido públicamente).
“Presidente lo respeto a usted y la silla presidencial que representa. Es el presidente de todos los venezolanos, es mi presidente. Atienda lo económico, dejemos de lado la política, además de tomar en cuenta el sector privado para la producción. Abrace al sector privado que es parte de la solución del país”, dijo.
“En Empresas Polar aceptamos las personas que piensan diferente y puedan convivir con los demás. A Polar le gusta la diversidad, le gusta que todo el mundo tenga la oportunidad de manifestarse libremente”, afirmó.
Sobre la escasez de harina precocida de maíz, el pan fundamental de la familia venezolana, dijo que el kilo debería valer 100 bolívares, contra los Bs 19 del precio regulado actual.
Consideró que el precio de una arepa sola es de 100 bolívares en cualquier lugar de Venezuela y de un kilo de harina salen 20 arepas.
“Están acabando con la agroindustria. Por cada bolívar, perdemos 80 centavos. Esto no es sostenible”, recalcó.
“El venezolano estuviera feliz de pagar 100 bolívares y tener bastante harina”, agregó.
“Es necesario y urgente que aumente la harina precocida para que el productor tenga una rentabilidad justa y nosotros también la tengamos”, dijo al reprochar que Venezuela ahora depende de importaciones de maíz cuando hasta hace 13 años era autosuficiente en la producción del cereal.
“El problema es que estamos importando maíz porque este gobierno en estos 13 años acabó con la autosuficiencia que teníamos en maíz”, dijo.
“Venezuela, incluso, exportaba arroz y ahora ni siquiera se importa 50% de alimentos”, señaló.
“No tenemos leche, carne. azúcar, pollo, muchas cosas. Yo estoy pidiendo que le paguen a los proveedores. A Polar no le entra ni un dólar, ninguna marca recibe dólares porque hemos sido vetados”, agregó.
No fue consultado por el entrevistador acerca de por qué en sus expresiones omite los otros cuatro años de gobierno del chavismo, pues Hugo Chávez asumió por primera vez en febrero de 1999. En 2003 comenzaron a aplicarse los duros controles de precios y de cambios vigentes hasta hoy.
El Estímulo