El más reciente informe de Economist Intelligence, una unidad independiente del grupo The Economist, asegura que el Dólar en Venezuela alcanzará, al cierre de 2019, 75 000 bolívares, mientras que en 2020, la previsión es de 609 000 bolívares.
Tras varios meses estancada en términos reales, la cotización del Dólar en Venezuela dio un salto pronunciado en cinco días de 42% sobre el bolívar en el mercado paralelo. La “semana negra” para el signo monetario ocurre cuando la hiperinflación se había desacelerado en los últimos meses, producto del desestímulo a la demanda inducido por la severa restricción de liquidez que originó el leonino incremento del encaje legal a 57%, y el encaje legal sobre reservas marginales a 100%. Pero la corrección de la divisa ha llegado y con ella, se espera también un vertiginoso salto en los precios para los próximos meses. Las previsiones sobre la cotización del dólar para los próximos meses auguran que la semana negra inicial se extenderá por lo que queda de 2019 y el 2020.
El Gobierno de Nicolás Maduro intentó de nuevo controlar la cotización del dólar utilizando una agresiva política monetaria contractiva, pero el efecto apenas perduró durante seis meses. Desde enero, comenzó a percibirse el impacto del severo incremento del encaje legal (57%) y el encaje legal sobre reservas marginales (100%) de la banca, que en términos simples, conduce a que los bancos no pueden multiplicar el dinero base creado por el Gobierno para ofrecer créditos. Los créditos, dijo Perogrullo, estimulan la demanda y el consumo. En una economía hiperinflacionaria, el régimen socialista prefirió castigar el crédito y el consumo para evitar que la espiral de precios continuara.
Así las cosas, con una política monetaria contractiva vía encaje legal, el Gobierno provocaba una disminución en la oferta de créditos de los bancos, a fin de evitar que los bolívares fueran utilizados por empresas para demandar dólares y que la cotización se disparase. Al mismo tiempo, se producía una ralentización del consumo que por razones de teoría, reduciría también el impacto en los precios de bienes y servicios. Palabras más o menos, aunque sin decirlo, esa fue la política que usó el Gobierno para contener la crecida del dólar paralelo y procurar la disminución del ritmo hiperinflacionario.
Las consecuencias de esta política sobre los precios, el dólar y la banca fueron palpables por espacio de seis meses. Según cifras del Parlamento, mientras que en enero de 2019 la inflación alcanzó 191,6%, en febrero el indicador comenzó a caer de manera sensible, pasando a 53,7%. Luego en marzo, cuando ocurrió un apagón generalizado, la inflación continuó su descenso hasta 18,1%. En abril volvía a tomar fuerza alcanzando 44,7%, pero todavía muy lejos de los tres dígitos. En mayo se desaceleró hasta llegar a 31,3%, mientras que en junio, el reporte fue de 24,8%. La variación acumulada fue de 1 155%, en tanto que la variación anualizada fue de 445 482%.
En cuanto a la variación de la cotización del dólar, en enero arrancó en 1 182 bolívares, mientras que al cierre de junio su valor alcanzó 7 000 bolívares. El salto en seis meses fue de apenas 492,2%, muy lejos de la hiperinflación durante el mismo período, que según el Parlamento, fue de 1 155%. Es decir, el crecimiento del dólar era real negativo en función de la variación de los precios de la economía. De allí que la divisa norteamericana hubiera perdido drásticamente su poder de compra.
Mientras tanto, la banca acusaba el golpe de la política del Gobierno, con una crisis de liquidez en la banca que terminó disparando la tasa overnight desde los 13 puntos promedio en enero, hasta 120 puntos promedio al cierre de junio, según cifras del BCV.
Pero la drástica corrección que ha querido evitar Maduro finalmente llegó. La semana pasada, en apenas cinco días, el bolívar acumuló una depreciación de 28,7% en el mercado paralelo, utilizado como referencia general de las transacciones para empresarios y particulares, tras más de quince años de controles que culminaron con las sanciones de Estados Unidos sobre Pdvsa y el BCV. Mientras tanto, el mercado oficial operado por bancos públicos y privados, también cerró la semana con una fuerte apreciación del dólar frente al bolívar. Según cifras del BCV, el dólar se cotizó con un promedio de 7 475,74 bolívares, sin variación con respecto al jueves.
El más reciente informe de Economist Intelligence, una unidad independiente del grupo The Economist, asegura que el Dólar en Venezuela alcanzará, al cierre de 2019, 75 000 bolívares, mientras que en 2020, la previsión es de 609 000 bolívares.
con información de Danny Leguízamo/El Cooperante