Tras un convulso 2022, es hora de empezar a mirar al próximo año.
Aunque resulta complicado prever qué ocurrirá en los próximos meses – nadie auguraba una guerra en Europa hace un año o que los grandes bancos centrales subirían tasas como nunca antes, Bank of America (BofA) ha hecho sus estimaciones macroeconómicas para el año que viene, de las que se derivan algunas claves para invertir en 2023.
El equipo de BofA Global Research parte de la base de que la economía mundial durante el año próximo se dividirá en dos zonas: mientras la zona euro, EEUU y Reino Unido entrarán en recesión en la primera mitad del año, el resto del mundo (salvo China) continuará debilitándose.
Por ello, ven oportunidades en la renta fija durante el primer semestre, para dar el salto posteriormente a la renta variable.
Las predicciones
La primera de las 10 predicciones del equipo liderado por Candace Browning es que los inversionista de renta variable estarán más dispuestos a asumir riesgos en la segunda mitad de 2023 una vez que la inflación, el valor del dólar y las políticas restrictivas de la Fed alcancen su máximo en los meses previos.
Por ello creen que el S&P 500 concluirá el próximo año en los 4.000 puntos, lo que es apenas un 3,8% más que su nivel actual, cita el medio especializado español ElEconomista.
En segundo lugar, consideran que la recesión es «casi inevitable» en EEUU, la eurozona y Reino Unido, aunque sea moderada. «Europa probablemente verá una recesión este invierno con una recuperación leve posteriormente», indican.
Además, las tasas de interés en Estados Unidos seguirán elevadas aunque irán cayendo, y prevén que los bonos de referencia del Tesoro (los de vencimiento a dos y 10 años) concluirán 2023 en el 3,25%. «Los sectores dañados por el incremento de tasas en 2022 podrían beneficiarse en 2023», deducen desde BofA Global Research.
Señales desde China
Por otra parte, vaticinan que las consecuencias económicamente positivas de la mitigación de la política de ‘Covid cero’ en China tardarán aún un tiempo en llegar, con otras restricciones que irán retirándose según avancen los meses.
De ello se beneficiarán también las cotizaciones de las empresas del gigante asiático que, al igual que otros mercados emergentes, verán fuertes rentabilidades para el próximo año, según los analistas de BofA.
En cuanto a las materias primas, también es el momento de la recuperación para algunas de las perjudicadas en 2022. Es el caso de los metales y especialmente del cobre, cuya cotización prevén que aumente un 20% en el año que viene impulsado, además de por los factores ya mencionados, por la aceleración de la inversión en energías renovables.
En cuanto al petróleo, apuntan a que se dan las condiciones para que el barril promedie unos 100 dólares en el conjunto de 2023 (un 26% más que ahora), con un máximo en los 110 dólares, dadas las sanciones a Rusia, los bajos inventarios y la recuperación china.
Las inversiones de capital seguirán en niveles altos a pesar de la recesión gracias a la inversión en ESG y la relocalización de empresas, entre otros factores, indica la nota de ElEconomista.
En noveno lugar, prevén que el mercado de trabajo en EEUU empeorará hasta alcanzar una tasa de desempleo del 5,5% a principios de 2024 (actualmente es del 3,7%), lo que reducirá el gasto del consumidor y contribuirá a la caída de los precios.
Finalmente, Bank of America augura que las altas tasas de interés llevarán a las empresas a priorizar la reducción de deuda frente a la recompra de acciones y la inversión de capital, por lo que prevén un porcentaje de incumplimiento en el pago de deudas de las empresas muy por debajo de otras recesiones.
Siguenos en nuestro Telegram, Twitter, Facebook, Instagram y recibe de inmediato los hechos noticiosos al día y a la hora