La OPEP enfrentará otro año de restricciones en la oferta de petróleo o una caída de los precios

El cartel petrolero se encuentra en una encrucijada: ¿mantener las restricciones a la producción para sostener los precios, o abrir las compuertas y arriesgarse a una caída en el mercado?

Cuando los ministros de la OPEP+ se reúnan este fin de semana, se enfrentarán a una difícil decisión: seguir frenando el suministro de petróleo hasta 2025 o arriesgarse a una nueva caída de los precios.

Ante la ralentización de la demanda de petróleo en China y el aumento de la oferta en el continente americano, los delegados afirman que el grupo OPEP+ liderado por Arabia Saudí y Rusia está debatiendo de nuevo retrasar sus planes de aumentar la producción, posiblemente durante varios meses.

Pero si la OPEP+ quiere evitar un exceso de producción, tendrá que hacer mucho más, explica un análisis de Bloomberg.

Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energíael año que viene se prevé un superávit, incluso si el cártel cancela por completo los aumentos de la oferta.

La agencia Bloomberg recuerda que Citigroup Inc. y JPMorgan Chase & Co. ya han advertido de que los precios ya están preparados para una caída de 73 dólares por barril a 60 dólares, e incluso menos si el grupo abre los grifos.

Otra rebaja supondría un dolor financiero para los saudíes, que ya se han visto obligados a recortar gastos en lujosos planes de transformación económica.

Y eso antes de que el mercado del petróleo tenga en cuenta el regreso del presidente Donald Trump, que promete reforzar la producción de crudo estadounidense y amenaza con imponer aranceles represivos a China.

«Creo que no hay margen para que aumenten y el mercado se lo recordará cuando sea necesario», dijo el cofundador y director ejecutivo de Gunvor Group, Torbjörn Törnqvist, en el Energy Intelligence Forum de Londres el martes.

Ese mismo día, el ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, se reunió en Bagdad con el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, y con el primer ministro iraquí, Mohammed Shia Al-Sudani. Discutieron la importancia de mantener el equilibrio de los mercados y de cumplir los compromisos de recortar la producción, según declaraciones de los países. El conjunto de la coalición de 23 países se reunirá en línea el domingo.

Cuando la OPEP y sus socios se reunieron por última vez hace casi seis meses, el panorama era muy distinto. El grupo, que confiaba en que el aumento del consumo mundial de petróleo tras la pandemia continuaría, desveló una hoja de ruta para restablecer la producción paralizada desde 2022, en la que se esbozaba el retorno de 2,2 millones de barriles diarios en cuotas mensuales a partir de octubre.

Pero las cosas han cambiado desde entonces.

Los futuros del crudo Brent se han desplomado cerca de un 17% desde principios de julio, sin tener en cuenta el conflicto en Medio Oriente, mientras que la demanda en China se ha contraído durante seis meses consecutivos al enfrentarse a una serie de desafíos económicos. Según la AIE, el consumo chino, que ha impulsado los mercados petroleros durante las dos últimas décadas, podría haber tocado techo.

¿Podrá la OPEP mantener el equilibrio el mercado petrolero?

El año que viene, la demanda mundial de petróleo crecerá en aproximadamente 1 millón de barriles al día —menos de la mitad que en 2023— a medida que se acelere el cambio de los combustibles fósiles a los vehículos eléctricos, predice la agencia con sede en París.

Esta cifra se verá eclipsada por una marea de nuevos suministros procedentes de EE.UU., Brasil, Canadá y Guyana, lo que dejará un exceso de más de 1 millón de barriles diarios, según la agencia.

En opinión de Martijn Rats, analista de Morgan Stanley, «parece que el mercado del petróleo se encamina hacia un superávit considerable en 2025».

El difícil panorama para la OPEP+ llega incluso antes de que los mercados del petróleo asimilen el impacto de un segundo mandato de Trump, que ha prometido que la industria petrolera estadounidense va a perforar más, recordando además el icónico eslogan de su campaña «drill, baby, drill», y ha advertido de la imposición de brutales aranceles comerciales a una serie de países, entre ellos China.