La inflación de Venezuela continuó desacelerándose en marzo, cuando se ubicó en un 18,1 por ciento, pero se mantuvo en 1,6 millones por ciento interanual, dijo el miércoles la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
La cifra de marzo, un mes en el que aparato productivo fue golpeado por masivos apagones eléctricos, se compara con el 53,7 por ciento de febrero, dijo el diputado y economista Ángel Alvarado en conferencia de prensa.
“La actividad económica prácticamente no existió durante marzo. El país estuvo paralizado y eso evidentemente afectó la variación de los precios” en marzo, agregó el parlamentario, quien recordó que el Congreso hace los cálculos de la inflación y de la actividad económica ante la ausencia de cifras del Banco Central desde hace cuatro años.
En marzo, la nación OPEP enfrentó dos apagones que impactaron en las comunicaciones y el bombeo de agua.
La restricción de liquidez también incidió en la menor variación de los precios en marzo, sostuvo Alvarado. Desde enero, el gobierno obliga los bancos a colocar más bolívares en el organismo emisor para regular la cantidad de dinero en circulación de la economía.
El diputado sostuvo que Venezuela dejará atrás la hiperinflación cuando el aumento de los precisos sea menor a 50 por ciento por tres meses consecutivos.
El Parlamento agregó que la actividad económica se desplomó un 37,17 por ciento en el segundo semestre de 2018 frente al mismo periodo del año previo. Explicó que los cálculos de actividad económica se demoran y en ocasiones se informan con retraso.
En la caída de la actividad económica “la explicación más importante de esta variación tiene que ver con la caída de la producción petrolera que viene en picada y que sigue cayendo”, dijo el parlamentario.
Venezuela dijo a la OPEP que su producción de crudo se hundió el mes pasado a un nuevo mínimo de largo plazo debido a las sanciones de Estados Unidos y a los cortes de energía que ha sufrido.