El gobierno de Nicolás Maduro está estudiando la posibilidad de cambiar el sistema operativo bancario de pago y usar uno manejado por Rusia, como una alternativa para hacerle frente a nuevas sanciones de Estados Unidos y dirigidas al sistema Swift, sociedad que tiene a cargo una red internacional de comunidades financieras entre bancos y que, además, que se relaciona con Visa y Mastercard.
Los funcionarios del Banco Central de Venezuela (BCV) han solicitado información a sus homólogos rusos para establecer un sistema alternativo si las sanciones les impiden operar con el código Swift, una medida que podría paralizar aún más las frágiles finanzas de la nación.
Incluso si Venezuela decidiera trasladar sus transacciones a la plataforma alternativa, se requeriría la aprobación del Banco Central de Rusia, dijo una de las fuentes consultas por la agencias Bloomberg.
Rusia desarrolló su propio mecanismo de transferencia de dinero, llamado Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros (PESA), en 2014, en medio de la preocupación de que la neutralidad política de Swift podría romperse bajo la presión de Estados Unidos.
Swift, el operador de sistemas de pago transfronterizo con sede en Bélgica, declinó hacer comentarios.
Las sanciones de los Estados Unidos contra Nicolás Maduro han aislado en gran medida a Venezuela del sistema financiero global y han obstaculizado el financiamiento.
En respuesta, el gobierno venezolano ha incrementado las ventas de oro a empresas en Emiratos Árabes Unidos y Turquía. También han pedido a los contratistas que abran cuentas en bancos desconocidos para recibir pagos.
Washington ya ha amenazado con prohibir que los sistemas de crédito reconocidos a nivel mundial como Visa y Mastercard, así como otras instituciones financieras, hagan negocios con Venezuela. Se cree que SWIFT, con sede en Bélgica, también puede caer bajo las nuevas sanciones.