En Carapita los niños sobreviven entre desnutrición y sarna

De 56 niños de 1 a 10 años de edad que fueron evaluados en una jornada de salud promovida por Cáritas de Venezuela, 67,8% presentó déficit nutricional. Solo 17% tenía desnutrición aguda moderada, el resto ya convive con la enfermedad crónica, informó María Yanes, ex presidente de la Red de Sociedades Científicas, publica El Nacional.

Por MARÍA EMILIA JORGE M.

Con motivo del Día Mundial del Enfermo, el 11 de febrero se reunieron en el sector popular del municipio Libertador de Caracas voluntarios del Radar de los Barrios, Médicos Unidos de Venezuela, Enfermeras de Guarenas y Amigos de Sucre para examinar a niños y adultos.

“Entre los más de 136 adultos que se presentaron llamó la atención que muchos tenían enfermedades de la piel, como sarna. Cuando nos contaron cuáles eran las condiciones sanitarias del lugar, asociamos el repunte de esas enfermedades. Tienen agua de mala calidad, hay desbordamiento de aguas negras y fugas de aguas blancas”, relató Yanes.

Además, recibieron a hipertensos y diabéticos descompensados por la falta de un tratamiento adecuado. “Medimos la glucemia capilar y los diabéticos la tenían elevada porque no tenían medicamentos. Igual los hipertensos”, aseguró Yanes, quien también es la portavoz del área de salud del Radar de los Barrios.

La mala alimentación no solo afectó visiblemente a los niños. Entre los más grandes predominaba el dolor de cabeza y el mareo debidos a la falta de comida. “Esos síntomas estaban muy relacionados con el ayuno; cuando les preguntamos si habían comido, decían que no habían cenado la noche anterior ni habían desayunado esa mañana”, agregó.

En la jornada los voluntarios proporcionaron platos de sopa y Cáritas de Venezuela entregó algunos medicamentos.

“Hay que decir que las comunidades de las zonas populares están terriblemente desasistidas. Es importante evaluar y tener evidencias de las condiciones de salud y también de las condiciones sanitarias y ambientales que causan mucho riesgo a la salud de las personas”, aseveró Yanes.

Desbalanceados. Carapita ejemplifica lo que sucede a escala nacional. La Encuesta Condiciones de Vida realizada en 6.413 hogares de todo el país por las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y Católica Andrés Bello, reveló que 9,6 millones de personas consumen 2 o menos comidas al día.

Además, el patrón de compra de alimentos ha cambiado para rendir el dinero, lo que desbalancea la alimentación: la adquisición de hortalizas y tubérculos desplazó la de carnes y el pollo. En orden de preferencia, los encuestados compran harina de maíz, arroz, harina de trigo, hortalizas, tubérculos, carne, pollo, grasas, queso y pescado. 93,3% dijo que los ingresos no le alcanzaban para comprar comida y 48,7% admitió que su alimentación es monótona o deficiente.

Maritza Landaeta, investigadora de la Fundación Bengoa y del capítulo de salud de la Encovi, aseguró que estas variables acentúan la desigualdad en la calidad y la cantidad de la alimentación en cuanto el acceso, la disponibilidad y la seguridad se ven muy comprometidas.

Enfermos, sin seguro y sin medicinas

La última Encuesta Condiciones de Vida encontró que para el último trimestre del año pasado 8,2% de la población reconoce que tiene hipertensión arterial y 2,8% que tiene diabetes.

El investigador de la Universidad Simón Bolívar Marino González destacó que entre los hipertensos encontraron casos de jóvenes entre 15 y 24 años.

A pesar de que 63% de la población, de acuerdo con la Encovi, no cuenta con planes de atención médica privada –lo que representa 10% de aumento con respecto a 2015– 34% de los hipertensos se atiende en centros privados, al igual que 30% de los diabéticos. A los hospitales y clínicas populares solo acude 23% de hipertensos y 25% de diabéticos.

A ese escenario se suma la falta de medicamentos. De acuerdo con la asociación civil Convite, la escasez de fármacos para controlar hipertensión y diabetes alcanzó 100% este febrero. El sondeo realizado en 40 farmacias del área metropolitana de Caracas arrojó que están totalmente desaparecidos los medicamentos Enalapril, Atenolol, Nifedipina, Amlodipina y Losartán, para la hipertensión; y Metformina, Gliclazida y Glibenclamida, para la diabetes.