El precio del oro ha crecido hasta superar la barrera psicológica de 1.500 dólares por onza. Este 2019, el valor del metal precioso ha aumentado más de 18%, con lo que, a este ritmo, se encuentra camino a su mejor ganancia anual desde el 2010.
De acuerdo con una nota de Bloomberg, el metal alcanzó un máximo de siete semanas, ya que los inversores se posicionaron para 2020, incluso cuando los valores de renta variable a escala global subieron.
“La ruptura de los 1.500 dólares ante nuevos máximos de las acciones estadounidenses, el rebote de los rendimientos del Tesoro y un dólar fuerte, llevan a suponer que los alcistas seguirán comprando para el cierre de año, por lo que el mercado está tratando de posicionarse con antelación», afirmó Tai Wong, jefe de comercio de derivados de metales de BMO Capital Markets.
El ascenso del metal se produce en medio de un enfoque sobre si la pausa de la Reserva Federal (FED) en el recorte de tasas se mantendrá el próximo año después de tres reducciones en 2019.
«Sin un pivote de la Reserva Federal, es poco probable que el oro tenga ganancias sostenidas, pero parece que el mercado está tratando de forjar un nuevo rango de operaciones más alto», dijo en una nota de prensa Stephen Innes, estratega jefe del mercado asiático en AxiTrader. Esa tendencia actual «es una señal muy favorable para los compradores de oro», afirmó.
El oro ha subido alrededor de 18% este 2019, ya que los inversores consideran el beneficio del refugio en medio del vaivén de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y una serie de medidas de alivio desde la FED. El último impulso se produjo cuando el presidente Donald Trump confirmó el pasado martes que el acuerdo con Pekín está «hecho».
-Hay que tener cuidado, ya que los mercados de lingotes podrían ser extremadamente volátiles, dado el bajo perfil de liquidez del mercado, especialmente a la baja, ya que las noticias comerciales siguen siendo positivas y los mercados de valores siguen escalando nuevos máximos», dijo Innes.
– Los países que más han comprado oro –
Rusia y China han dado un paso más allá durante 2019 para diversificar sus reservas de oro. Actualmente, las reservas de oro de Rusia se encuentran alrededor de las 2.250 toneladas, mientras que las de China superan las 1.900 toneladas. A precios del mercado actual, las reservas de oro de ambos países se encuentran en torno a los 3.000 miles de millones de dólares.
La evolución de las reservas de oro en China y en Rusia es especialmente llamativa. A raíz de las tensiones geopolíticas de ambos países con Estados Unidos, el privilegio extraordinario de los estadounidenses asociado al tema de la reserva mundial monetaria está siendo desafiado. Europa, como en el caso de China y Rusia, está tratando de conseguir una mayor independencia respecto al dólar estadounidense.
Rusia, por su parte, es uno de los mayores productores de oro del mundo, mientras que su banco central ha sido el principal comprador del metal en los últimos años cuando, en parte debido a las sanciones occidentales impuestas a Moscú en 2014, el ente emisor estaba reduciendo la participación de los activos en dólares estadounidenses en sus reservas.
Las reservas rusas y chinas se acercan ahora a las de Italia -2.451,8 toneladas- y Francia -2.436,1 toneladas-, que ocupan el tercer y el cuarto lugar en el mundos. Los grandes poseedores de oro son Estados Unidos y Alemania, quienes acumulan 8.133 toneladas y 3.381 toneladas en sus bóvedas para el cierre de 2019, respectivamente.
En otras latitudes, el líder de Serbia, Aleksandar Vucic, también ordenó al banco central que aumentara las reservas y que impulsara la compra de nueve toneladas en octubre. Vucic afirmó que se debería comprar más porque «vemos en qué dirección se mueve la crisis en el mundo».
-El oro es un símbolo», dijo Vuk Vukovic, economista político de Zagreb. Quien agregó: “Cuando los estados lo compran, la gente en todas partes lo ve como un signo de soberanía económica”.
Serbia todavía mantiene parte de su oro en el extranjero, dijo el banco central por correo electrónico. La región está comprando más del metal debido a la incertidumbre global sobre el comercio y la política, Brexit y las bajas tasas de interés.
Por último, el gobierno de Polonia ha dado a conocer su poderío económico después de haber completado la repatriación de 100 toneladas del metal. En Hungría, el primer ministro, Viktor Orban, ha estado aumentando las reservas de oro para apuntalar la seguridad de sus reservas.
– ¿Qué esperar para el 2020? –
De cara al nuevo año, hay opiniones encontradas sobre las perspectivas del oro. JP Morgan Chase aconsejó apostar a favor de un desplome del oro a medida que la economía mundial cobre impulso. Entre los alcistas, Goldman Sachs y UBS Group AG estiman que los precios suban hasta los 1.600 dólares por onza.
En una nota fechada el 6 de diciembre, Goldman atribuyó la caída en el aumento del apetito por el riesgo global a una disminución de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y a un mercado laboral estadounidense fuerte. Sin embargo, “sin una aceleración importante del crecimiento, es probable que los temores de recesión sigan siendo elevados, respaldados por una baja tasa de desempleo y una curva de rendimiento invertida”, agregó.
El banco predijo una pequeña depreciación del dólar, que debería abaratar al metal para los tenedores de otras monedas, en 2020. También espera incertidumbre política debido a las prolongadas tensiones comerciales y las elecciones en Estados Unidos, que deberían impulsar la demanda por el lingote.
Por último, destacan que el ahorro de los hogares en las principales economías desarrolladas está creciendo fuertemente, lo que, combinado con una caída en el gasto de capital global, puede resultar en un exceso de ahorro global. Eso, debería impulsar la demanda de activos defensivos como el oro.