Y entonces ya pasaron de la amenaza de Diosdado Cabello de comprar Banesco “a juro”, a otro tipo de hechos. Más que amenazas, acciones, porque señalar al banco de Juan Carlos Escotet como “responsable” de lo que ocurre con el bolívar, es prácticamente girar instrucciones. ¿Pero qué tipo de instrucciones? Eso es lo que está por verse. Algunas fuentes se aventuran a pronosticar órdenes de arresto, más que actuaciones de la Superintendencia de Bancos.
Pero no se ha hablado de un dato. De la crisis global del sistema financiero, puesto que con un escenario de hiperinflación y de tipos de interés reales negativos, la banca “resulta inviable”, como lo advirtiera Arístides Maza Tirado, presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela. La banca nunca ha sido un negocio cuando existe hiperinflación. El crédito se contrae, igual que ocurre con la recaudación tributaria. El Gobierno puede imprimir dinero. Pero la banca no.
Ayer en El Cooperante, escribimos que todo esto forma parte de un plan político y económico, que ya había sido anticipado públicamente por miembros de la Asamblea Nacional Constituyente y el propio Nicolás Maduro con el Partido Comunista de Venezuela. Van camino de estatizar a toda la banca. O al menos a las instituciones más grandes.
Sobre este tema, una fuente de la banca fue enfática:
“El Banco Provincial estacionó el otorgamiento de créditos y la apertura de más cuentas. Todo esto debido a la intención del Gobierno de controlar a los dos bancos más grandes del sistema y en un tercer caso al BOD, cuyo presidente, pasó a ser un ex aliado del régimen. La Banca afrontará en los tiempos por venir una mayor contracción. Banesco decidió cerrar un tercio de sus oficinas. El panorama es crítico por cuanto si el nuevo cono monetario no logra abastecer adecuadamente al mercado, la crisis va a empeorar”.
Y falta más. Mucho más, reseña El Cooperante