El Banco Mundial explica esa caída en gran medida por la pérdida de empleos y salarios de los trabajadores migrantes, «que tienden a ser más vulnerables durante una crisis económica en un país de acogida».
Las remesas globales enviadas por los emigrantes a sus países de origen caerán este 2020 un 20 % respecto al año anterior debido a los efectos económicos de la pandemia del COVID-19, según proyecciones del Banco Mundial publicadas este miércoles.
En concreto, esta caída sin precedentes de las remesas se prevé del 19,7 % o, lo que es lo mismo, quedarán en 445.000 millones de dólares.
El parón económico provocado por el confinamientos, el cierre de negocios no esenciales y otras medidas para combatir el coronavirus ha derivado en una pérdida sin precedentes de empleos en todo el mundo, incluidas las economías desarrolladas receptoras de migrantes.
En Estados Unidos, por ejemplo, se han destruido 22 millones de empleos en un periodo de apenas cuatro semanas, según datos provisionales del Departamento de Trabajo, una cifra sin igual en las anteriores crisis económicas.
El Banco Mundial alertó de que la caída de las remesas afectará a la capacidad de las familias para invertir en educación, mejorar la nutrición o ppara la reducción del trabajo infantil, «ya que una mayor parte de sus finanzas se destinará a resolver la escasez de alimentos y las necesidades inmediatas de medios de vida».
Es por ello que el organismo trabaja -aseguró- con los países del G20 y la comunidad internacional para reducir el coste del envío internacional de remesas.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, afirmó que los efectos de la caída de las remesas para economías con ingresos medianos y bajos «hace que sea aún más vital acortar el tiempo de la recuperación de las economías más avanzadas».
«Las remesas son una fuente vital de ingresos para los países en desarrollo», dijo Malpass, que detalló que «ayudan a las familias a pagar alimentos, atención médica y necesidades básicas».
«A medida que el Grupo del Banco Mundial implementa medidas rápidas y amplias para apoyar a los países, estamos trabajando para mantener abiertos los canales de remesas y salvaguardar el acceso de las comunidades más pobres a estas necesidades más básicas», sostuvo. EFE